Todos podemos ser asesinos: Daniel Giménez Cacho

Daniel Giménez Cacho lleva a escena la obra "Misericordia", protagonizada por ocho mujeres que caminan juntas en la Caravana por la Paz

Por la libertad de las ideas

En los últimos años, la prensa mexicana ha vivido momentos difíciles debido a la violencia y al crimen organizado. El PEN Internacional se solidariza con los periodistas y comienza actividades en nuestro país a favor de la libertad de expresión. Presentamos un recorrido por la historia de la organización y una entrevista con John Ralston Saul, su presidente.

Mi mamá es un zombi

Así despertó un día. Era un lunes como los he visto amanecer por montones, sólo que esa mañana en lugar de levantarme suave y cariñosamente, mi mamá intentó morderme los pies. Yo estaba dormido y primero creí que era una pesadilla. No reconocí que fuera ella. Sólo vi una horrenda cabeza con pelo negro que lanzaba mordiscos. La pateé con todas mis fuerzas y juro que escuché cómo tronaban algunas de sus vértebras.

Historias de zombis, la nueva moda literaria

Los zombis carecen del romanticismo y de la personalidad que poseen los vampiros, pero no por ello son menos seductores. Esos muertos vivientes que siempre en hordas van por la vida devorando cerebros, han cobrado una fuerza arrolladora y se han convertido en un fenómeno de la cultura contemporánea.

Charles Dickens y la invención de la realidad

El 7 de febrero celebramos 200 años del nacimiento de Charles Dickens, en cuyos relatos y novelas conviven el pensador social, el sabio humanista y el humorista vivaz. No sólo dio aliento a centenares de seres que personificaron unas vidas tan inverosímiles como extremas, sino que capturó el espíritu de un paisaje urbano —Londres y sus calles decrépitas— sin el cual no pueden concebirse la ruindad y la bondad humanas. "Laberinto" ofrece ocho acercamientos polifónicos a su obra y su legado. Por estas páginas caminan el niño empleado en una fábrica de betún, el editor y periodista (con un texto inédito en español), el padre de familia, el enamorado, el escritor incansable a quien debemos la apología de esa institución literaria ya tan en desuso: el final feliz.

martes, 28 de febrero de 2012

Taibo II presenta libro que desmitifica El Álamo

Foto: El Universal

Con la premisa de que la historia no siempre la escriben los vencedores, el escritor Paco Ignacio Taibo II presentó su libro "El Álamo".

En un intento por desmitificar esta parte de la historia, respaldada por unas 26 películas de Hollywood, Taibo cuestiona el supuesto heroísmo estadounidense en El Álamo, tras siete años de investigación.

En el marco de la II Jornada del Libro Histórico, afirmó que "el heroísmo de El Álamo no existe, es una bola de gandallas gangsteriles, supuestos héroes norteamericanos, que ni siquiera eran texanos" .

El resultado son dos libros en uno: qué es lo que pasó realmente y cómo se contó, porque "la historia no siempre es escrita por los vencedores, a veces hay un vencido que se les cuela".

Reconoció que "El Álamo" compite con desigualdad ante las historias de Hollywood.

"Se trata de abrir el debate, no me puedo proponer desmontar la maquinaria norteamericana del mito de El Álamo, a partir de un libro publicado en México, pero dentro de poco estoy filmando en San Antonio una versión de dos horas para un especial del History Channel", anunció.

"Presenté el libro hace tres días ante 300 maestros de primaria y fue apasionante", precisó. 

(Fuente: El Universal)

Luego de 60 años de haber sido escrita, presentarán “Claraboya” en Madrid

 Foto: Alfaguara

Madrid • “Claraboya”, la novela perdida del Premio Nobel de Literatura, José Saramago, será presentada en Madrid el próximo 1 de marzo, 60 años después de haber sido escrita.

“Claraboya”, es la historia de un edificio en el que viven seis humildes familias cuyos miembros “se ven sucesivamente envueltos en un enredo”, según palabras del propio autor (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010).

La editorial Alfaguara indicó que Saramago escribió la obra hace más de sesenta años, entre los cuarenta y cincuenta del pasado siglo, y entregó el manuscrito a una editorial portuguesa en 1953.

La compañera del escritor, Pilar del Río, presidenta de la Fundación José Saramago relató en el prólogo de “Claraboya” que una mañana de 1989, Saramago recibió una llamada de la editorial para informarle de que el manuscrito había sido encontrado en una mudanza de sus instalaciones.

La editorial aseguró a Saramago que consideraría un honor publicarlo entonces, pero éste respondió: “Obrigado, ahora no”.

Ese mismo día recuperó su novela y tuvo, por fin, una respuesta por parte de la editorial a la que le había confiado el original “la que le fue negada cuarenta y siete años atrás, cuando tenía treinta y uno y todos los sueños a punto”, dijo Del Río.

Aseguró que aquella actitud de la editorial sumió al autor de “Ensayo sobre la lucidez” en un silencio doloroso, imborrable y de décadas” y agregó que “no en vano, no volvió a escribir hasta veinte años después”.

Aunque sus más cercanos intentaron convencer a Saramago de que publicara “Claraboya”, donde ya se observaba lo que después acabaría desarrollando plenamente: su propia narrativa, una vez recuperada, el autor decidió que no se editaría mientras viviera.

Ahora, Alfaguara publica la obra, la cual califica como una novela de personajes.

Del Río enfatizó que en ella están contenidos los personajes masculinos de Saramago, “esa colección de hombres de pocas palabras, solitarios, libres, que necesitan el encuentro amoroso para romper, siempre de forma momentánea, su forma concentrada e introvertida de estar en el mundo”.

Asimismo, “están las mujeres fuertes de Saramago. Cuando el autor se recrea en los personajes femeninos, la capacidad transgresora se hace más evidente y descarnada”.

(Fuente:  Milenio)

Da José Agustín adelanto de su nueva novela “La Locura de Dios”

 Foto: Internet

Ciudad de México • Contento y repuesto luego de la caída que tuvo hace dos años en Puebla durante una conferencia que ofreció en esa ciudad, el escritor mexicano José Agustín (1944), dio hoy aquí una pequeña probadita de lo que será su próxima novela titulada “La Locura de Dios”.

Durante una firma de autógrafos en el marco de las actividades de la XXXIII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), el autor de la llamada ‘literatura de la onda’, según la escritora Margo Glantz, deleitó a lectores con fragmentos de esta nueva publicación que estará lista en los próximos meses.

“La novela cuenta la historia de un personaje que de pronto tiene una serie de circunstancias. Le va muy bien, tiene mucho dinero, prestigio y de pronto se muere su esposa, sus hijos lo abandonan y cae en la ruina, lo pierde todo”, dijo a Notimex.

“De pronto sus amigos le dicen que hizo algo mal y le recomiendan que tiene que pedir perdón a Dios para que le corrija su vida; pero él responde que su vida es normal y que si Dios ha hecho así las cosas, es porque está loco”, agregó.

Con un 60 por ciento de avance, José Agustín subrayó que este nuevo trabajo es similar a la historia de “Job”, un personaje bíblico sometido a una opresiva prueba por Satanás con autorización de Dios y cuya dignidad y temple para salvar la adversidad es usado por muchos credos religiosos como un ejemplo de santidad, integridad de espíritu y fortaleza ante las dificultades.

Refirió que el retraso de esta nueva novela, se debió precisamente al accidente que tuvo en Puebla, el cual le dejo ruptura de cráneo y costillas.

“De salud me siento bien, hace dos años di una conferencia en Puebla y de pronto subió mucha gente a pedirme autógrafo y a tomarse la foto, y no se dieron cuenta que me estaban empujando a un foso donde guardan los instrumentos musicales, una caída de tres metros, casi me muero”, dijo.

A pesar del accidente, el autor de obras como “La Tumba” y “Cerca del fuego”, rechazó estar pensando en el retiro.

“Me jubilaré hasta que ya no pueda agarrar la máquina (computadora), la pluma o algo, las ideas me siguen fluyendo, tengo proyectos y no tengo deseos de retirarme”, expresó.

“Esa es una de las grandes ventajas del escritor, que mientras se puede, uno le puede seguir”, expresó.

Repuesto y de buen humor, José Agustín retomó sus actividades con una firma de libros en el marco de la XXXIII edición de la FILPM, festejo al que dijo tenerle cariño.

Me gusta mucho venir a esta feria del libro, ya tengo muchos años de hacerlo y con frecuencia me toca presentar un libro o amigos, dijo al tiempo que agregó que estar con los lectores es una maravilla.

“Estar en una feria es maravilloso, pues es exactamente lo que no podemos atestiguar los escritores, toda vez que la mayor parte del tiempo estamos escribiendo nuestros trabajos, cartas, en la intimidad y por nuestra cuenta”, concluyó.

(Fuente: Milenio)

Delirio y sueño, elementos que acercan a Cervantes y Freud

 Foto: La Jornada

El museo imaginario de Sigmund Freud, las andanzas de Miguel de Cervantes Saavedra, así como los registros sicoanalíticos y literarios en la obra de ambos personajes, son algunos de los temas que plantea Entre el delirio y el sueño: Cervantes y Freud, de José Cueli, que se presentó este domingo en la edición 33 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

El volumen entreteje poesía, filosofía, un tono poético propio, delirio y balbuceo, con las propuestas freudianas teórico-prácticas y el acontecer del proceso sicoanalítico a través de la transferencia, ironía y divertimento, sostuvo Gloria Prado, directora del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana (Uia).

Objetos y relatos

De acuerdo con Prado, la obra del articulista de La Jornada transita del delirio quijotesco al mundo onírico que aborda el padre del sicoanálisis para, mediante La interpretación de los sueños, cabalgar por el paisaje manchego ensoñado por Cervantes y vivido por su personaje, en un trayecto en el que los acompañan filósofos deconstructivistas antes de que Derrida acuñara este término, como Nietzche, Heidegger y Foucault.

“Derrida –señaló Prado– le permite a Cueli articular el pensamiento freudiano con el cervantino, debido a que como el autor lo plantea, el lenguaje no se limita o circunscribe a un fenómeno físico que simplemente se corresponde con el mundo o con unos significados que los hablantes poseen en su interioridad.”

En su intervención, la especialista en letras subrayó que Entre el delirio y el sueño: Cervantes y Freud reúne una vasta información acerca de la vida, vicisitudes, logros y frustraciones de ambos personajes, y cómo van coleccionando objetos imaginarios que traducen en relatos, teorías y diferentes géneros de discurso.


También se refirió a la sección intitulada Variaciones sobre un mismo tema, que se incluye al final del libro, en donde el autor presenta tópicos literarios de la historia del ingenioso hidalgo conocido como Don Quijote, entre la novela moderna, la filosofía y la física.

En su turno, el director del Instituto de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Mexicana, José Camacho, comentó que por medio del lente freudiano, Cueli trazó los ejes de la obra más universal del manco de Lepanto: melancolía, madre virginal, idealizada y nunca alcanzada; dolor intolerable por un anhelo insatisfecho de lo perdido, y omnipotencia infantil, el objeto narcisista y el núcleo de verdad en la locura.

La ausencia de Dulcinea

En el Salón de Actos del Palacio de Minería, Camacho dijo que leer a Cueli es encontrarse con el eterno enamorado de la vida y el ávido lector de los poetas y escritores españoles.

Finalmente, el autor del libro señaló que la obra El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra, plantea que el amor no es concreto, porque el sentimiento implica el no encuentro.

El articulista de La Jornada explicó que la ausencia de Dulcinea en la historia de Cervantes, genera heroicidad en el personaje del Quijote, porque "vive en la fantasía, lo que los demás quieren vivir en la realidad", ese amor romántico que se ha encargado de vender la industria del cine de Hollywood.

Para José Cueli, el encuentro de Freud con la obra cervantina tiene mucho de real y mucho de enigmático, y en su libro describe las similitudes que existen entre Don Quijote y los estudios y descubrimientos de Sigmund Freud, en especial el sicoanálisis.

(Fuente: La Jornada)

lunes, 27 de febrero de 2012

Lista de ganadores en la 84 edición de los Oscar

Foto: El País

La Academia de Hollywood dio a conocer hoy los premiados en la ceremonia de la 84 edición de los Óscar, que se celebró en Los Ángeles.


El listado definitivo de los galardonados es el siguiente:

MEJOR PELÍCULA

"The Artist"

MEJOR DIRECCIÓN

Michel Hazanavicius - "The Artist"

MEJOR ACTOR

Jean Dujardin - "The Artist"

MEJOR ACTRIZ

Meryl Streep - "The Iron Lady"

MEJOR ACTOR SECUNDARIO

Christopher Plummer - "Beginners"

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA

Octavia Spencer - "The Help"

MEJOR PELÍCULA EN LENGUA EXTRANJERA

"A Separation" - Asghar Farhadi (Irán)

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN

"Rango"

DIRECCIÓN ARTÍSTICA

"Hugo" - Dante Ferretti y Francesca Lo Schiavo

MEJOR FOTOGRAFÍA

"Hugo" - Robert Richardson

MEJOR VESTUARIO

"The Artist" - Mark Bridges

MEJOR DOCUMENTAL

"Undefeated"

MEJOR CORTO DOCUMENTAL
"Saving Face"

MEJOR MAQUILLAJE

"The Iron Lady"

MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL

"The Artist" - Ludovic Bource

MEJOR CANCIÓN ORIGINAL

"The Muppets" - Bret McKenzie ("Man or Muppet")

MEJOR EDICIÓN DE SONIDO

"Hugo"

MEJOR MEZCLA DE SONIDO

"Hugo"

MEJORES EFECTOS VISUALES

"Hugo"

MEJOR GUIÓN ADAPTADO

"The Descendants" - Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash

MEJOR GUIÓN ORIGINAL

"Midnight in Paris" - Woody Allen

MEJOR MONTAJE

"The Girl with the Dragon Tattoo" - Angus Wall y Kirk Baxter

MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN

"The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore" - William Joyce y Brandon Oldenburg

MEJOR CORTO DE ACCIÓN

"The Shore" - Terry George

The Artist, la mejor cinta de los Oscar 2012


"The Artist" , cinta francesa, muda y en blanco y negro, consiguió hoy el Oscar a la mejor película en la 84 edición de los premios de la Academia de Hollywood.

"Quiero dar las gracias a Billy Wilder" , dijo hasta en tres ocasiones el director de "The Artist" , Michel Hazanavicius.

Sus rivales en esa categoría eran "Hugo" , "War Horse" , "Moneyball" , "The Descendants" , "Help" , "Midnight in Paris" , "The Tree of Life" y "Extremely Loud And Incredibly Close" .

"The Artist" también consiguió las estatuillas a mejor director (Hazanavicius) , mejor actor (Jean Dujardin) , mejor vestuario (Mark Bridges) y mejor banda sonora original (Ludovic Bource) .

Por su parte "Hugo" , el primer filme en 3D de Martin Scorsese, se alzó con los galardones a mejor fotografía, mejor dirección artística, mejor montaje de sonido, mejor mezcla de sonido y mejores efectos visuales.

Es la primera vez que una cinta no anglosajona logra el Oscar de mejor película y la segunda ocasión en la historia de los premios que una producción muda gana en la categoría reina.

Hay que remontarse hasta la primera gala de los Óscar en 1929 para encontrar un caso similar. Aquella vez la vencedora fue "Wings" , pero por entonces el cine hacía su transición del mundo al sonoro.

Hasta ahora se ha hecho con tres Globos de Oro (mejor comedia o musical, mejor actor en ese campo y mejor banda sonora original) , y con el premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos para Dujardin. También se alzó con siete premios BAFTA, entre ellos los de mejor película, mejor actor, mejor director y mejor guión original.

"The Artist" , rodada en varias localizaciones de Los Ángeles, narra el ir y venir de fama y fracaso que se establece entre los dos protagonistas, George Valentin y Peppy Miller, estrellas entre la emergencia y la decadencia en la fugaz constelación de Hollywood.

Una apuesta arriesgada de Hazanavicius -quien tardó 10 años en reunir el dinero para financiar el proyecto- que ha sorprendido a público y crítica.

(Fuente: El Universal)

viernes, 24 de febrero de 2012

El periodismo en mi vida



Gilberto Soriano

Recuerdo que gran parte de mi infancia, sino es que toda, la dedique a la lectura. En lugar de jugar con los niños del vecindario, yo me recluía en el rincón más alejado de la casa: la biblioteca de mi abuela. En este pequeño pero abundante espacio, que constaba de no más de tres libreros repletos de libros y revistas (principalmente de literatura y poesía) y una cómoda mesita, aprendí todo lo que la vida, mis padres o mis primeros profesores jamás podrían enseñarme. Aprendí el valor y el gusto por la literatura.
            No obstante, los libros y las revistas no fueron mis únicos amigos de andanza. Entre los peldaños atiborrados de libros se asomaban las revistas de Proceso y mejor aún, en la mesita del pequeño cuarto siempre se podían encontrar La Jornada o El Universal. Sinceramente los periódicos y Proceso me causaban un gran dolor de cabeza. Eran pocas las ocasiones en las que podía decir: “vaya, entendí todo lo que está escrito en estos papeles”. Mis lecturas en estos textos periodísticos se limitaban a las noticias nacionales y de cultura, y claro a los cartones que de igual manera pocas veces entendía.
            Con el paso del tiempo valoré cada vez más los periódicos. Pasé de leer sólo las notas relacionadas con la cultura, en especial las que hablaban de libros o escritores, a la política y a la economía. Esto fue, si no más recuerdo, en mi adolescencia.
            Me incliné, por algunas razones, a leer más La Jornada y cada vez menos El Universal. Sin olvidar a Proceso. Aquí comenzó mi etapa selectiva. No sólo me volví más selecto en elegir mis lecturas tanto en la literatura como en el periodismo, sino también más quisquilloso. Dentro de los periódicos me inclinaba más por leer las columnas de opinión o los reportajes extensos que las simples notas. Cristina Pacheco, Grandos Chapa, Hugo Gutiérrez Vega, Oscar Gonzalez López, entre otros, fueron mis mejores amigos.
            Obviamente, yo desconocía por completo la teoría del periodismo. No sabía que era un género periodístico, sin embargo, los podía distinguir. De esta manera diferenciaba a los géneros periodísticos informativos: La nota la identificaba como el texto que contenía la noticia en su más puro estado, es decir,  sólo se limita a  describir los hechos informativos. La entrevista la definía como la conversación entre un periodista y una persona, en la mayoría de los casos muy importante.
            Por otra parte, a los géneros de opinión sólo los identificaba por la manera en que los textos estaban redactados: En primera persona y con un estilo personal de cada periodista o escritor que iba desde la sátira hasta la forma más correcta del lenguaje.
            ¿Columna, editorial, artículo de opinión, cartón?  Sólo sabía que cada columna aparecía con regularidad, en una sección definida y con un nombre que las identificaba, así como la respectiva firma del escritor o periodista. En ese tiempo yo creía que los verdaderos periodistas eran los que tenían su propia columna en un periódico o en una revista.
            ¿Del editorial? siempre aparecía en La Jornada en las primeras hojas un texto con el título “Editorial” el cual abordaba la noticia más relevante del día o de la semana. En mi opinión, el editorial era la forma en que el periódico veía y argumentaba la noticia del momento.
La crónica y el reportaje siempre han sido para mí dos géneros muy aparte. Un híbrido entre la literatura y el periodismo. Sin lugar a dudas, eran y seguirán siendo los géneros más atractivos y divertidos para mí.
            Ahora con mis estudios de periodismo y mi poca experiencia como aprendiz en un medio impreso, me doy cuenta que desde pequeño conocí e identifiqué cada género periodístico. No a profundidad pero sí lo necesario. Con esto compruebo que el periodismo es un oficio que se tiene que talachear. Empezar desde lo más bajo y aprender de los grandes. Ya sea leyéndolos o practicando con ellos. Pero eso sí, siempre hay que trabajar.

            Conforme pasa el tiempo, la literatura y el periodismo me han acompañado a todas partes. Ellos dos me mostraron que mi verdadero camino no estaba en la ingeniería sino en el periodismo. Ahora con un cigarrillo en los labios, un vaso con café en la mano derecha y una grabadora en la izquierda me dirijo a cubrir el próximo evento que la revista me ha asignado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La feria del libro de La Habana, símbolo de la dignidad de Cuba


La Habana, 21 de febrero. El grupo de turistas se detiene asombrado. Preguntan hacia dónde corren miles de personas, la mayoría de ellos familias con sus niños que suben con rapidez increíble hacia una cima donde está enclavada la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, en la Bahía de La Habana.

Van a la inauguración de la Feria Internacional del Libro, comenta el guía y agrega: así será durante 10 días. Verán multitudes subiendo hacia La Cabaña.

Los turistas no pueden creer que esa cantidad de niños alborozados corran apresurados para comprar –por monedas– libros de narraciones, teatro, poesía, historia, en un mundo donde los entretenimientos violentos están conformando una niñez cada vez más ajena a la lectura y la vida solidaria.

La edición 21 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, desde que se realizó por primera vez en 1982, es sin duda la más popular de la región y del mundo.

Una verdadera fiesta de cultura y arte de la que participan miles y miles de cubanos. El fenómeno no es que caminarán mirando simplemente los módulos que se distribuyen en esa fortaleza impresionante, rodeada de enormes fosos, que data de 1774, con sus cañones que apuntan al mar intensamente azul. Van a comprar libros, y es un espectáculo ver cargar bolsas con ejemplares como quien lleva alimentos.

El paisaje también es imponente. La Cabaña fue la mayor edificación militar de España en América en tiempos coloniales y en ese gigantesco espacio de muros, con cañones antiguos que apuntan al mar y de fortificación guerrera, ahora camina esa alegre caravana popular que ocupará la feria día por día.

La Cabaña también fue cárcel y tumba para muchos patriotas.

Encuentro editorial itinerante

La feria del libro no fue imaginada aquí con mentalidad mercantil. Desde sus inicios, en 1982, es un espacio de encuentro, de conocimiento, de reconocimiento de culturas y debates de representantes de las letras y las artes de todo el mundo; es una puerta abierta por la que entra alborozado el pueblo de Cuba.

Cada año las editoriales cubanas producen millones (6 millones este año) de libros en ediciones baratas, pero muy cuidadas, que terminan en las casas de todo el país y no en bibliotecas de lujo.

En otro hecho imaginativo de la revolución, esta feria se transforma en itinerante y se reproduce en todo el interior del país, y la población participa activamente en todo ese proceso.

Dedicada este año a los países del Caribe en un esfuerzo extraordinario por desafiar los olvidos, resulta mucho más importante aún si se recuerda que al comenzar diciembre de 2011 se constituyó en Venezuela la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mayor proyecto de unidad e integración que se recuerde en la región.

Todas las miradas estuvieron puestas en el salón caribeño, donde se expusieron muestras de artes y artesanías tradicionales de esos pueblos. Fue una fiesta de colores, canciones y ritmos y también de solidaridad.

Hubo momentos de silencios sonoros, cuando emocionaron los relatos históricos de los pueblos caribeños, sus luchas anticoloniales y las resistencias pasadas y presentes, y especialmente del país que hoy simboliza esa memoria, que es Haití. Allí continúa viva la cultura africana, sobreviviente en sincretismos inevitables, lo que ayuda a sobrevivir a ese pueblo marcado por la tragedia colonial, desastres naturales, ambiciones imperiales, invasiones, abandono y desolación, y que a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII hizo posible los resplandores independentistas y antiesclavistas en la primera revolución negra que iluminó el camino de América. Por eso el reclamo fue que otro mundo sea posible para Haití.

En esta feria sin precedente, el libro dejó de ser por estos días una mercancía para enriquecer editores y se transformó en un alimento cultural no sólo con ediciones locales, sino de la cultura universal que puede llegar a todos, sin excepción. Un hecho también único.

Como un símbolo de los tiempos en este periodo de cambios, que provoca otras esperanzas y la lógica incertidumbre de todo proceso renovador y necesario, rueda por las calles de La Habana el museo de carros antiguos más importantes, diversos y mejor conservados del mundo.

Es un museo rodante lo que vemos, pero lo interesante es que ahora como transporte de turistas, taxis, carros familiares, no están exhibidos detrás de una vitrina; están andando por las calles.

Están vivos dice alguien, mirando a los Buick, Cadillac, viejos Ford o descapotables, pasar como grandes barcos de colores diversos por el malecón que bordea el mar.

Esta invasión de carros antiguos recuperados es obra del historiador y especialista en ciencias arqueológicas Eusebio Leal, el mundialmente reconocido restaurador de la ciudad antigua, que sigue rescatando los imponentes edificios frente al malecón.

El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel considera que lo que vivimos estos días es el mejor símbolo de la imaginación revolucionaria y la dignidad de un país, que aún en las adversidades, nos regala amor, cultura, palabras y solidaridades, lo que es un ejemplo que debemos proteger en nombre de la humanidad.

(Fuente: La Jornada)

Medio siglo de los cronopios de Cortázar


En medio de una apretada serie de aniversarios ligados al escritor argentino Julio Cortázar, su viuda, Aurora Bernárdez, participó en un debate-homenaje en el Centro de Arte Moderno, en Madrid, con motivo de los 50 años de Historias de cronopios y de famas.

Bernárdez, casi de 92 años, viajó desde París al acto, recordó cómo Cortázar creó sus cronopios: Él caminaba hacia el edificio de Correos y le salía una historieta cómica conforme se le iba ocurriendo. Y después armó el libro, reseñó el diario español ABC. Junto a Carlos Álvarez, ella prepara un libro con mil cartas inéditas del escritor.

En 2009 se cumplieron 25 años de la muerte en París del narrador; en 2013, Rayuela cumplirá 50 y, en 2014, se celebrará su centenario.

Intervinieron Rosalba Campra (Universidad de La Sapienza, Italia), Julio Ortega, (Universidad de Brown, Estados Unidos) y Mariángeles Fernández; además de Claudio F. Pérez Míguez y Raúl Manrique, coordinador y director del recinto madrileño, respectivamente.

(Fuente: La Jornada)

Un recorrido por la historia de la propaganda electoral


Del telégrafo a Internet: entre esos dos extremos transcurre un siglo de historia del diseño, la publicidad, la parafernalia y los mensajes de propaganda electoral en México.

El Museo del Objeto del Objeto (Modo) presentará a partir del 1 de marzo una singular exposición, muy atractiva justo en este año electoral, con alrededor de 2 mil piezas que muestran los mensajes y formas de atraer a los votantes en medio de 21 elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en el siglo pasado: se trata de la muestra De Porfirio Díaz a Vicente Fox: Propaganda Electoral en México en el Siglo XX.

Ahí están los botones de solapa con la foto de Porfirio Díaz o la de su sucesor Francisco I. Madero; las piezas más singulares: condones, refrescos, aretes, cervezas o mandiles, o los tradicionales programas, carteles, manifiestos, fotos y pendones. También hay billetes de financiamiento, calendarios, camisetas, gorras, banderines, pancartas, discos, ceniceros, historietas, plumas, entre otros.

(Fuente: El Universal)

Esperan llevar al cine El caballero del desierto


Al comentar el libro El caballero de la noche, de Omar Delgado, anoche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la escritora Rosina Conde aseveró que esa novela "me lleva a un mundo mítico que se creía extinguido", e hizo votos porque "ahora venga la película".

Otros afables comentarios en torno al libro ganador del VIII Premio Internacional de Narrativa, actividad organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, fueron hechos por el también escritor Alberto Chimal, al señalar que Omar es excelente "cuate" y persona a quien le tocó ver trabajar, hace ya algunos años, en sus textos incipientes.

"Sus narraciones primeras se nutrieron con su talento y las lecturas que había realizado de Daniel Sada y Eduardo Antonio Parra. A lo largo de su carrera, está la tenacidad, la insistencia y la capacidad de resistencia que tiene como escritor", aludió Chimal, originario del Estado de México y nacido en 1970.

(Fuente: El Universal)

Subastarán la obra de Edvard Munch “El grito” en casi 80 millones de dólares


NUEVA YORK. Una de las pinturas más famosas del mundo, El grito, de Edvard Munch, será subastada el próximo 2 de mayo por Sotheby´s, que estima su precio en 80 millones de dólares, anunció ayer la famosa casa de subastas.

La pintura es una de las cuatro versiones de El grito que el noruego Munch (1863-1944) pintó entre 1893 y 1910 y pertenece al coleccionista noruego Petter Olsen. Sotheby´s describió la pintura como una de las obras de arte más importantes que sigue en manos privadas y que sólo es superada por laMona Lisade Da Vinci.


(DPA)

domingo, 12 de febrero de 2012

Jóvenes reporteros


Arturo Pérez-Reverte

(Publicado en: Milenio. 12/02/12)
Hay una pregunta que me hacen con frecuencia: si echo de menos mis tiempos de reportero.

Ilustración: Mario Fuantos

Hace unos días volví a ver la película que rodó el director español Gerardo Herrero sobre mi libro Territorio comanche, que más que novela era un trozo de memoria personal con la ficción justa para aliñar la cosa. Rodada en escenarios tan naturales como la guerra misma, la película resiste el paso del tiempo; con la particularidad de que, al mostrar un Sarajevo agitado por los últimos coletazos del asedio serbio, contiene un valor documental extraordinario. Por mucho dinero que se metiese en la producción, sería imposible reconstruir hoy el sombrío decorado de esa ciudad destruida y peligrosa. El caso es que he visto de nuevo la película, como digo, refrescando el recuerdo que de ella conservaba: cierta cómica incomodidad cuando el actor Imanol Arias, que en la peli hace de mí, o casi, se muestra demasiado nervioso bajo el fuego —un reportero veterano, le decíamos sin éxito, siente la guerra con los ojos, no con los oídos—, y una sonrisa cómplice ante el modo con que Carmelo Gómez interpreta el papel de mi amigo el cámara de televisión Jose Luis Márquez; que a mi juicio, y también al del propio Márquez, es una de las mejores interpretaciones de su espléndida carrera de actor.

Estos días también he visto un magnífico documental del joven realizador Roberto Lozano —Los ojos de la guerra, se titula—, sobre los actuales reporteros en zonas bélicas. Aparte de removerme algunas nostalgias, el documental plantea una pregunta que me hacen con frecuencia: si echo de menos mis tiempos de reportero, y si el periodismo de guerra que se hace ahora tiene algo que ver con el de mi generación, la tribu de enviados especiales que, criados al socaire de viejos maestros trotamundos españoles como Vicente Talón, Manu Leguineche, Enrique Meneses, Tomás Alcoverro o Miguel de la Cuadra, cubrimos conflictos durante el último tercio del siglo pasado. Y mis respuestas a esas preguntas siempre se resumen en una: no lo añoro porque ya no existe, y el periodismo de guerra actual poco tiene que ver con el de ayer. Entonces te perdías dos meses en África y al regreso tu reportaje iba en primera página; mientras que ahora, si tardas minuto y medio en dar una información, ésta se queda vieja porque ya la conoce todo el mundo. Basta con ver un telediario, escuchar la radio o leer un periódico, y luego compararlo con lo que circula al instante por Internet. El teléfono móvil, la conexión en directo y el ordenador portátil acabaron con los viejos reporteros. Los enviados especiales de la televisión son ahora bustos parlantes de terraza o ventana de hotel, aunque no sea culpa suya: es imposible salir a la calle a buscar información cuando debes entrar veinte veces al día en directo, y a tus jefes interesa más decir “tenemos a alguien allí, o cerca” que lo que ese alguien cuente; pues la misma información ya circula por la Red desde hace rato, gracias a anónimos reporteros ocasionales que cuentan lo que ellos mismos viven. Además, una guerra bien cubierta resulta muy cara de cubrir, y no están los tiempos para alegrías, ni siquiera en los medios públicos. Más, cuando entre una matanza en Damasco y una final del Barcelona, la peña —que ésa es otra— prefiere ver el futbol.

Sin embargo, viendo el documental de Roberto Lozano, y gracias a las incursiones que a veces hago en blogs de reporteros independientes que andan por esos mundos buscándose la vida a su aire, compruebo con admiración que el periodismo de guerra no ha desaparecido. Se vuelve más individual, tal vez. Más humilde, peligroso y vocacional. Pero allí donde no llegan los grandes medios informativos, siguen llegando algunos hombres y mujeres, jóvenes por lo general, a quienes el ansia de aventura, la vocación, el cara o cruz de palmar o hacerte una reputación si sobrevives, empuja a coger una mochila y jugársela. Prefiero no estar en la piel de sus padres o de quienes los aman. Su vida es difícil; y sus ganancias, escasas. Ninguna aseguradora se hará responsable de su salud o su vida. Y aunque así fuera, pocos podrían permitírsela. Pero ahí van y ahí siguen, los que aguantan la prueba. El mundo es aún más peligroso que antes, la televisión e Internet volvieron peor y más resabiada a la gente que sufre y muere en lugares extremos; y moverse por donde crujen las costuras del mundo es una osadía suicida. Por eso el auténtico periodismo de guerra lo hacen hoy esos chicos y chicas solitarios y valientes, con sus blogs, sus tuiteos, sus mensajes sobre lo que ven y fotografían en lugares hostiles y remotos. Los últimos grandes reporteros siguen sin ser los últimos: tomaron su relevo estos parias del periodismo que con su tesón y coraje, afrontando la falta de medios, la vida incierta, la desgracia y la muerte propias del oficio —tales son las reglas y el precio de la aventura—, desmienten el viejo dicho de que, en toda guerra, la primera que muere es la Verdad.

Presentan revista del movimiento estridentista: Horizonte


En un simposio que tuvo lugar en Xalapa, Veracruz hacia el año de 1981 titulado “El estridentismo”, memoria y valoración, se hizo un llamado a todos aquellos que tuviesen un ejemplar de la revista Horizonte para cederlos y reunirlos en una sola obra.

Bajo la dirección del poeta German List Arzubide, la revista contó con colaboraciones, por ejemplo, de Ramón López Velarde y Ricardo Flores Magón; pinturas de Diego Rivera y José Clemente Orozco, y fotografías de Tina Modotti, entre otros especialistas y figuras emblemáticas de las letras, las artes y la política, con lo que se convierte en una aproximación a un movimiento de vanguardia que aún tiene mucha presencia. Se publicaron diez números de la revista, entre abril 1926 y mayo de 1927.

La ilusión de aquel día se hizo realidad gracias al esfuerzo de distintas instituciones, como la Universidad Veracruzana, el INBA, el Conaculta y el FCE, se logró la edición facsimilar de los diez ejemplares de Horizonte, presentada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, donde se destacó la importancia de recuperar lo que fue “una vanguardia menospreciada por decenios, como lo fue el estridentismo”, en palabras del crítico Evodio Escalante.

“Si bien durante muchos años fuera de Luis Mario Schneider nadie se interesaba por el movimiento de vanguardia, hay que reconocer que el interés despertado en los últimos años entre las nuevas generaciones tiene mucho que ver con la obra Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.”

La edición facsimilar de Horizontes cuenta con notas de Consuelo Sáizar, Teresa Vincencio, María Montserrat Sánchez y Rocío Guerrero Mordoño.

(Fuente: Milenio)

Fallece el escritor Julián Meza


El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) dio a conocer el fallecimiento de Julián Meza, escritor y filósofo, nacido en Orizaba, Veracruz, en 1944.

En su cuenta de Twitter, Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, destacó que “Julián Meza fue un extraordinario ser humano, un gran maestro de Filosofía, un hombre culto y un amigo cortés y generoso”.

Con estudios de Filosofía en la UNAM y de Historia en L’Ecole Pratique des Hautes Etudes, de París, Julián Meza fue académico, profesor de historia y literatura en el ITAM, donde dirigía la revista Estudios, además de haber sido colaborador en publicaciones como Letras Libres.

En su bibliografía se cuentan obras como El libro del desamor, La huella del conejo, El arca de Pandora, La saga del conejo, La feria de los lacayos, Bestiario de la modernidad mexicana y diccionario postmoderno; y de los ensayos Sicilia. La piedra negra y Cándidos y tartufos, editado por Conaculta/Ediciones Sin Nombre.

(Fuente: Milenio)

El trajín actual impide la lectura a fondo de Dickens: Hernán Lara


El inglés Charles Dickens (1812-1870) es uno de los grandes escritores de todos los tiempos, mostró el camino a autores como Fiodor Dostoievski, Stendhal y Benito Pérez Galdós, y es un modelo tan importante como William Shakespeare, afirma Hernán Lara Zavala.

Lamenta que el trajín moderno impida la lectura profunda de Dickens, donde se puede encontrar una enorme gama de personajes: trágicos, cómicos, villanos, los jóvenes que deben encontrar su camino en el mundo, quien asumió la promoción de sus obras y de algún modo sustituía lo que ahora serían el cine, la telenovela, la radionovela e Internet, porque él llenaba los teatros y con sus lecturas contagiaba a la gente de su fervor, destaca el narrador y ensayista en charla telefónica.

Sobre la obra, señala: La novela siempre es melodramática, y las de Dickens más; pero no son superficiales, tienen profundidad y cualquier lector saca una enseñanza de su lectura. Están muy bien construidas. Hay humor, amor, desesperanza, pobreza, ternura y muchos elementos más. Para alguien que está interesado realmente en la literatura sería una gran pérdida no hincarle el diente, aunque sea a una, con cierta profundidad.

Como parte de la conmemoración en México de los 200 años del nacimiento de este narrador, fallecido el 9 de junio de 1870, en Kent, se realizará una lectura colectiva de su obra en la explanada de Bellas Artes, desde las 11 horas del domingo 22 de abril; se leerán obras como Oliver Twist, Historia de dos ciudades y David Copperfield, entre otras.

Pauta de grandes escritores

Charles John Huffam Dickens fue un fenómeno literario desde su época: “uno de los grandes escritores profesionales de todos los tiempos... No sólo se dedicó a eso, sino que vivió de eso y fue avanzando en sus obras, como Balzac; además, construyó un universo. No es una obra buena, no son dos o tres, es un universo completo, desde su primera novela, Los papeles de Pickwick, hasta la última, El misterio de Edwin Drood”, afirma Lara Zavala.

Tal vez es el más importante de los novelistas del siglo XIX en Inglaterra. Después de la figura de Shakespeare nunca nadie había sido tan leído como Dickens. A escala internacional, fue el gran momento de la novela europea, y él fue quien mostró la pauta a escritores de la importancia de Dostoievski.

Nacido en Portsmouth, Inglaterra, Dickens es un maestro de la novela realista, decimonónica; también de la autobiográfica y sentimental –resalta Lara Zavala–, un autor del que no deben prescindir los buenos lectores. En esa lid, propone Los papeles de Pickwick, Grandes esperanzas, Historia de dos ciudades, Tiempos difíciles, Cuento de Navidad y David Copperfield, y para quienes deseen conocer la parte final, la inconclusa El misterio de Edwin Drood.

“Era un gran analista de la sociedad inglesa en todos sus niveles; era un escritor serio, pero con gran sentido del humor, y reproducía muy bien el habla de la gente. En cualquiera de las novelas ya empieza a romper con algunos de los tabúes, y deja de hablar como si fuera la Biblia y como si fuera la gente del pueblo... Empieza a hacer cortes transversales de toda la sociedad. Particularmente le interesaba la vida de los huérfanos, por ejemplo en Oliver Twist y Grandes esperanzas.”

De la variedad de personajes emblemáticos de Dickens, destaca a Scrooge, “continuación de los judíos de Shakespeare, como Shylock: el hombre rico, avaro, amargado y que en el caso del Cuento de Navidad no puede disfrutar al dar hasta que se le aparecen los fantasmas. Otro, muy explotado después del siglo XIX es la protagonista de Grandes esperanzas: Miss Havisham. Señora a la que dejaron vestida y alborotada, quien para cobrar venganza se queda con su vestido de novia en una casa totalmente a oscuras y adopta a una chica para que haga mal a la gente... También, Mister Pickwick, personaje más en tono de la picaresca y del humor”.

En este año, instituciones y organizaciones de todo el orbe realizan un programa de actividades en torno a este aniversario, que se cumplió el 7 de febrero pasado. Más información en el sitio www.dickens2012.org/

(Fuente: La Jornada)

Lorca exhibe en Casita de dulces una técnica clásica que posee por instinto


El pintor chileno Guillermo Lorca (1984), dueño de una factura realista que se antoja clásica, no niega las nuevas tecnologías, porque la capacidad de componer con Photoshop puede aportar mucho más a mi trabajo de lo que puedo hacer sólo con lápices. La figura infantil, en especial la de las niñas, protagoniza Casita de dulces, su primera exposición en México, que consta de 13 cuadros realizados al óleo, y que exhibe en la galería Hilario Galguera (Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael).

Lorca utiliza a las niñas como un elemento más, pero también como objeto preciado, querido, al que te importa lo que le puede pasar. Lo miro, no desde el punto de vista de la sicología del personaje, sino de su función como ser bello, que está allí, más que como la personalidad propia de la niña.

El entrevistado tiene una modelo que ocupa como referencia, sin embargo, tiendo a modificarle la cara hasta llegar al ideal estético que me interesa. Tiendo a modificar las mandíbulas, la nariz, ciertas cosas que son muy sutiles, porque me interesa que mantenga apariencia humana, que ni siquiera sean notorias. Reconoce que su obra está influenciada por la animación japonesa de los años 90 del siglo pasado.

Trabaja de forma mixta, con el modelo en frente cuando se puede, pero por lo general “tiendo a componer primero. Hago todo en papel, intento pasar lo que tengo en la cabeza; hago dibujo, boceto, armo la composición. A partir de eso busco modelo, trabajo con fotografías, en la computadora armo collages de Photoshop hasta lograr la composición correcta. La parte que necesito pintar en vivo la pongo en el taller y lo pinto en forma simultánea”.

Recurrir a la modelo en vivo depende mucho de su disponibilidad. En el cuadro Casita de dulces II, la protagonista nunca tuvo puesto el vestido como allí se ve, sino que Lorca armó un maniquí en su taller. También crea una problemática conceptual a partir de la que hace el cuadro.

–¿Qué tan usual es que una persona de su edad pinte de modo clásico?

–Lo clásico se da mucho también por la capacidad de poderlo hacer; o sea, en los niños cuando uno empieza a dibujar, pintar, busca la mimesis como algo casi instintivo. Se necesita cierta capacidad que para mí viene de fábrica, no sólo es aprendible, eso determina también el tipo de factura. Mi mamá es escritora, hay influencia intelectual en la familia (es pariente del poeta Vicente Huidobro). He visto varias líneas de pensamiento, ya sea en el mercado, o en la misma academia y la crítica, sobre lo que pasa con la pintura y, en especial, con el realismo que está en un punto muy complejo, porque hay toda una línea con autores como Claudio Bravo.

La pintura que es ciento por ciento clásica tiene otro tipo de mercado, de pensamiento y busca otro tipo de cosas que no me interesan. Encuentro una línea que se agota sobre sí misma, no alcanza mayor profundidad, aunque logre pericias técnicas fantásticas. Lo mío es técnico más que nada en lo superficial. Me gusta una pintura clásica, pero también de una época en que hubo bastante libertad pictórica,como en el barroco.

Casita de dulces permanecerá abierta hasta el 29 de febrero.

(Fuente: La Jornada)

Traición, obra canónica del siglo XX: Enrique Singer


El dramaturgo británico Harold Pinter no deja de rondar México, ahora mediante Traición, obra canónica que explora sombras humanas como la mentira, la simulación y el engaño entre una pareja y un amigo de ésta.

Todos nos reflejamos en esta obra porque tales comportamientos son parte de la condición humana, comentó Enrique Singer, quien dirige esta puesta que acaba de comenzar una temporada de tres meses en el teatro Helénico.

En la obra no se condena a nadie, pues son situaciones que suceden y que traen consecuencias. Es pertinente y necesario hablar de esto, como personas y como sociedad, dijo durante el anuncio.

Este montaje de la obra de Pinter (1930-2008), premio Nobel de Literatura 2005, es además traducida y producida por Daniel Pastor, y actuada por Marina de Tavira, Bruno Bichir, Juan Manuel Bernal y Miguel A. Loyo.

(Fuente: La Jornada)

domingo, 5 de febrero de 2012

Viaje a través de la noche



Héctor González

(Publicado en Laberinto, Milenio)

“Me siento un poco aparte”, dice el autor del Quinteto de Mogador, quien aquí vuelve a su pasión por la literatura oriental, el erotismo y los emblemas de la naturaleza. No menos apasionada es su visión del insomnio como una forma de goce.

En 2005, Alberto Ruy Sánchez publicó Nueve veces el asombro, última parte del Quinteto de Mogador, su proyecto literario más ambicioso. Sin embargo, entonces todavía no era tiempo de cerrar el ciclo, había algo que añadir: “Cuando terminé la quinta novela me di cuenta de que todo concluye de noche, por eso me ocupo de ella en Elogio del insomnio”. Es así como presenta un ensayo, cercano al estilo vivencial de Montaigne, para disertar sobre el arte de no dormir. “No lo padezco. Lo gozo”, ataja Ruy Sánchez. Quien lea el texto dará buena cuenta de esto, pues el relato se traduce en un viaje personal a través de la noche y sus efectos, siempre sostenido en la biografía del autor. El resultado es un texto anfibio, que navega con soltura entre lo testimonial y la reflexión.

Pero la cosa no para ahí. El escritor se viste de poeta y reúne versos relacionados con la ciudad asiática que lo ha acogido en términos literarios a lo largo de veinticinco años. El resultado es la plaquette Decir es desear que sirve como cereza de un pastel que celebra que por primera vez todas las novelas estén publicadas dentro de la misma colección. Los motivos para estar contento son evidentes y Ruy Sánchez no los oculta.

¿Qué le produce insomnio?

No me lo produce nada en especial. La gente siente que no duerme porque tiene un problema; yo pienso que es al revés. En realidad, no dormir es normal. El problema es cuando dejas que te habiten tus conflictos. Cuando me dicen “tú padeces insomnio”, respondo que no lo padezco, lo gozo. Hay quienes amanecen cansados porque duermen más de lo que necesitan, pero no es mi caso. Si despiertas apaleado, es porque te dejaste visitar por tus demonios. En la vida tú te acercas los motivos y las cosas que te acompañan en la duermevela.

Está claro que no coincide con Cioran cuando dice que el insomnio puede hacer del lugar más paradisiaco un infierno.

Cada quien lo vive de manera distinta. De hecho, para Cioran toda la vida era así… Por suerte, no es mi manera de pasar por el mundo. Siempre trabajo de noche. Es más: al hacer Elogio del insomnio tomé conciencia de que buena parte de lo que he escrito a lo largo de mi vida ha nacido dentro del horario nocturno.

¿Con Decir es desear y Elogio del insomnio ahora sí cierra el ciclo de Mogador?

Sí, de hecho Decir es desear es una plaquette de poesía hecha para celebrar que por primera vez, en los veinticuatro años que llevan apareciendo los libros de Mogador, todos están publicados con el mismo criterio editorial y en la misma colección.

Hizo de Mogador su Comala, su Macondo; será difícil decirle adiós.

Mogador todavía es uno de mis ámbitos, seguirá presente en otros libros. Lo que sucede es que ya no pertenecen a la arquitectura del quinteto. Por ejemplo, tengo un poemario en su honor. El ciclo representó un proyecto muy grande y ambicioso porque vincula el oficio con la manera de estar en el mundo. A esto suma los retos técnicos de cada título y verás que se trató de un concepto muy complejo.

Cada uno de los libros de esta serie tiene diferentes voces narrativas y estructuras, ¿por qué?

El primero, Los nombres del aire, está escrito en tercera persona y parece que lo escribí yo, pero en cuanto abres Los labios del agua, el segundo, te das cuenta de que lo escribió un personaje; es decir, es un objeto de ficción dentro del segundo. Ahí empiezo a mezclar dos tipos de escritura. Así sucesivamente hasta el cuarto (Las manos al fuego) y el quinto (Nueve veces el asombro). En principio hay un cuestionamiento del autor como narrador continuo y eso implica retos de estructura específicos. Después hay la voluntad de pasar de la tercera persona a una mezcla de narradores. Por ejemplo, en Los jardines de Mogador, el tercero, le quité el nombre al protagonista: sólo es una voz que a lo largo de la novela se ve obligada a describir jardines diferentes; esa es la condición de la mujer para hacer el amor. Además, ella le pide que cada uno sea descrito de manera diferente. Ahí una vez más tengo que cambiar el tono porque cada jardín exige un registro diferente.

En este quinteto trabajó también los distintos elementos de la naturaleza.

Cada libro tiene su emblema. Primero está la fugacidad del aire porque cuando estás enamorado hasta el aire que entra por la ventana lleva el nombre de la persona que amas; el agua, porque toma la forma del vaso o de la mano, y crees que la puedes controlar pero si la aprietas se te escapa. En el tercero, a través de los jardines está la tierra, la metáfora del paraíso y de la mujer embarazada. El cuarto está dedicado al fuego y el quinto libro al asombro. En las cosmogonías es una imagen del mundo convertida en metáfora, ya que el universo es agua, fuego, tierra y aire, además del quinto elemento porque siempre hay un quinto elemento, y en este caso es la voz narrativa que cuenta desde el asombro. Cuando terminé este quinteto, que es también un templo al deseo, me di cuenta de que todo concluye de noche. por eso me ocupo de ella en Elogio del insomnio, pero veo también una serie de destellos y esos son los poemas de Decir es desear. En pocas palabras, ambos títulos son el entorno y la noche que queda después del Quinteto de Mogador, así como los deslumbramientos y las luces que veo a través de las montañas.

Hace un momento describió al Quinteto de Mogador como un templo al deseo. Eso me lleva al erotismo como uno de los elementos centrales de su literatura.

Cierto. Al principio pensé en escribir un diario erótico, pero como los hombres somos muy presumidos al hablar de estos temas, le quise quitar el prestigio y lo real, y lo convertí en un índice de sueños. Es decir, quería lograr un relato donde lo que erotizara al lector no fuera la descripción de dos cuerpos desnudos metiéndose el uno en el otro, sino un relato abocado a las otras cosas que suceden en un encuentro de este tipo. Ya en el segundo libro me propuse hacer el relato lo más obsceno posible sin describir una parte del cuerpo. Mi objetivo era contar cómo entra un hombre a una mujer, pero a través de la metáfora de un hombre entrando a una ciudad. En el cuarto libro le di una voz distinta al narrador, acorde a cada una de sus amantes. Eso creo que ejemplifica la importancia que tiene el erotismo.

Esta sensualidad le da el ritmo a la narración. ¿Cómo sabe cuándo lo tiene?

No lo busco, surge cuando tengo necesidad de escribir. Uno de mis maestros decía: “escribir es un verbo intransitivo”. Uno debe preocuparse por escribir sin preocuparse si saldrá un poema, una novela o teatro. Ya después vienen los demás a tratar de venderlo como lo que sea.

Dentro de la literatura mexicana no son muchos los autores que han indagado en la literatura oriental. En este sentido, ¿cuál es su posición en el mapa de las letras mexicanas?

Me siento bien, y sí, me siento un poco aparte y eso está bien porque todos somos distintos. En la literatura perteneces aunque seas distinto. Si los otros no lo ven así es su problema.

Pero en términos de diálogo, ¿con quienes platica su obra?

Los diálogos se dan por razones precisas, a veces son pequeños pero fructíferos; sin embargo, no me siento parte de ningún grupo.

Su cercanía con la literatura oriental y el erotismo me remite a Octavio Paz, una presencia importante en su vida.

Por supuesto, pero era como mi abuelo. Estabas con él y sentías el privilegio de hablar con un genio. Conmigo siempre fue muy generoso.

¿Qué piensa de la rivalidad entre quienes se peleaban por demostrar quién era su ahijado intelectual, rivalidad que lo alcanzó?

Es problema de cada quien. La realidad se va decantando y con el tiempo las cosas se ponen en su sitio. Lo bueno es que cada quien es distinto. ¿Quién es el hijo de Alfonso Reyes? Nadie y todos. Lo mismo sucede con Fernando Benítez. Las rivalidades fueron lógicas pero así es la vida y tampoco es tan grave. Siempre he tratado de tomar distancia para no generar rencores. Por ejemplo, ahora tengo muy buena relación con Aurelio Asiain, gracias a Japón; compartimos la fascinación por ese mundo. Al final no sabes cómo van a terminar las cosas y cada uno tiene que hacer lo que pueda. La vida te ofrece la posibilidad de hacer o no hacer. Las cosas siempre se reacomodan: en eso consiste estar vivo.

Por la libertad de las ideas

Foto: Especial

(Publicado en Laberinto, Milenio)

Alicia Quiñones

En la redacción de El Sol de Chilpancingo, la mañana del 20 de junio de 2011 transcurría con aparente normalidad. Editores, redactores y reporteros preparaban la información: sucesos locales, nacionales, nota roja, columnas de opinión. Estaban a punto de enviar a imprenta la edición vespertina cuando un comando armado irrumpió en las instalaciones del diario para impedirles que publicaran un narcomensaje atribuido a La Familia Michoacana.

En la madrugada del pasado 6 de noviembre, un grupo armado de al menos diez individuos incendió las instalaciones del periódico El Buen Tono en Córdoba, Veracruz, para que dejara de circular. Diez días más tarde, unos hombres incendiaron un auto frente al periódico El Siglo de Torreón y dispararon contra su edificio.

Los hechos intimidatorios que ha vivido la prensa mexicana en los últimos años son numerosos e incluyen secuestros y asesinatos. En Tamaulipas, uno de los casos más conocidos es el de María Elizabeth Macías, quien pretendió burlar la censura del crimen organizado a través de las redes sociales y mediante el seudónimo “La Nena de Nuevo Laredo”. Todo fue inútil. La encontraron degollada.

El 27 de octubre de 2011, la asociación Artículo 19 presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un informe sobre la violencia contra periodistas en México. Daba cuenta de que del año 2003 al 2011 se registraron mil 196 agresiones contra periodistas, y que de 2000 a 2011, organizaciones criminales asesinaron a 67. Casi dos meses después, el 19 de diciembre, la organización internacional Campaña Emblema Prensa, señaló en su informe de 2011 que México, por segundo año consecutivo, fue el más peligroso para ejercer el periodismo, seguido por Pakistán, Irak y Libia. Para la ONU, es simplemente el más riesgoso en América Latina.

Este estado de cosas, que por momentos parece agravarse, impulsó al PEN Internacional —la asociación más antigua de defensa de los derechos humanos— a solidarizarse con los periodistas mexicanos y con el PEN México —presidido por la escritora Jennifer Clement— para organizar una reunión el próximo domingo en Casa Lamm, en la que, por primera vez en 90 años, estarán doce integrantes de la dirección ejecutiva, además de los representantes de los siete centros PEN en Norteamérica: dos de Canadá, dos de Estados Unidos y tres de México (Distrito Federal, Guadalajara y San Miguel de Allende).

Las iniciativas a favor de la libertad de la palabra y las ideas comenzaron en octubre de 2010 en Nueva York, cuando el PEN American Center, con la contribución del PEN México, llamó a un grupo de periodistas y escritores mexicanos y estadunidenses a manifestarse contra la censura impuesta por la violencia. El encuentro —que será parte de un documental de Juan Carlos de Llaca— contará con la presencia de 50 escritores y periodistas y fue precedido por una carta, publicada ayer en diversos medios y firmada por 120 escritores, que dice:

A los periodistas y escritores de México,

Nosotros, escritores de todo el mundo, los respaldamos a ustedes y a todos los ciudadanos de México que claman por que las matanzas, la impunidad y la intimidación se detengan.

Estas violaciones nos disminuyen a todos, amenazan los derechos de los ciudadanos de México e impiden vivir una vida segura y libre de censura.

Ustedes tienen el derecho absoluto a la vida y el derecho a ejercer su profesión sin temor.

Respetar y proteger los derechos de todos los ciudadanos es una obligación del gobierno mexicano. Hacemos un llamado a este gobierno para que esclarezca los crímenes, persiga y encarcele a todos aquellos que han silenciado a sus colegas y que ahora intentan silenciarlos a ustedes. Honramos su coraje y exigimos esto en nombre de una humanidad común.

Por estas razones nos unimos a la protesta que reunirá a periodistas y escritores de México y del mundo el 29 de enero a las 12:00 PM en la Casa Lamm, Álvaro Obregón 99, colonia Roma, Ciudad de México, evento organizado por PEN México y PEN Internacional.

Los autores que avalan el desplegado apuestan por la libertad total en la literatura y, en el caso de algunos, en el ejercicio periodístico. Entre otros, los nombres que se dan cita en él son los de Orhan Pamuk, Martin Amis, Chinua Achebe, Margaret Atwood, Jonathan Franzen, Antonio Gamoneda, Mempo Gardinelli, Nadine Gordimer, Paul Auster, Gioconda Belli, Nicole Brossard, J. M. Coetzee, Leonard Cohen (quien por primera vez firma una carta pública), Billy Collins, Douglas Coupland, Don DeLillo, Peter Englund (secretario permanente de la Academia Sueca), Toni Morrison, Michael Ondaatje, Ricardo Piglia, Derek Walcott, Mario Vargas Llosa, Michel Tremblay y Salman Rushdie.

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La historia del PEN Internacional (cuyas siglas significaban en un principio Poetas, Ensayistas y Novelistas, para luego sumar a dramaturgos, periodistas y editores) gira en torno a los grandes acontecimientos del mundo; de las guerras y de los sistemas políticos represivos.

Todo comenzó con un objetivo en apariencia sencillo y motivador para el mundo intelectual de la década de 1920 en Londres: promover la literatura y conformar un sitio que uniera a los escritores después de la barbarie causada por la I Guerra Mundial. Fue idea de la poeta, dramaturga y activista Catharine Amy Dawson-Scott, quien ofrecía su casa para que los escritores intercambiaran puntos de vista. Eran cenas en las que se comentaban las circunstancias sociales y políticas que rodeaban el mundo de la literatura, del hombre y su cotidianidad. Por eso, uno de sus primeros estatutos dispone que “La literatura no conoce fronteras y debe mantenerse como una divisa común entre los pueblos, a pesar de las convulsiones internacionales o políticas”.

Una noche, la señora Dawson-Scott invitó al que daría inicio formal a lo que hoy conocemos como PEN Internacional: John Galsworthy (Nobel de Literatura en 1932). Como primer presidente, impulsó la inmediata apertura del centro en once países y emitió la primera petición a diferentes gobiernos en el mundo en relación a los prisioneros religiosos y políticos.

La primera gran prueba para la lucha por la libertad de expresión ocurrió en 1926, cuando los entonces jóvenes Bertolt Brecht, Alfred Döblin, Robert Musil y Ernst Toller reclamaron la falta de compromiso de la política del PEN frente a la situación alemana, cada vez más cercana a la ideología nazi.

Los años pasaban y las dictaduras se fortalecían. Galsworthy murió. El novelista británico H. G. Wells se convirtió en el segundo presidente del PEN y dirigió una campaña en contra de la quema de libros perpetrada por los nazis en Alemania. La sede del PEN terminó por fracasar ante la presión política y la censura. Musil, Toller y Brecht huyeron de Alemania.

Fue hasta los años posteriores a la guerra que el PEN terminó por sentar sus bases y acciones contra los actos de censura.

En la década de 1960, cuando Arthur Miller presidía el PEN, se creó una comisión para liberar al dramaturgo Wole Soyinka, preso en Nigeria acusado de conspiración y condenado al patíbulo.

Uno de los casos más sonados en la década de 1980 fue el del escritor de origen indio Salman Rushdie. El gobierno iraní emitió una fatwa —equivalente a ponerle precio a su cabeza—, tras argüir que su novela Los versos satánicos ofendía al Profeta. Más reciente ha sido el caso del escritor estadunidense Hrank Dink, quien fue baleado en Estambul por “insultar a la identidad turca”. En la actualidad, el Comité concentra sus esfuerzos en la situación que padecen entre 700 y 900 escritores presos.

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Mientras Brecht y Musil buscaban un compromiso político y la defensa de los escritores y los libros en Alemania, en México, el 31 de mayo de 1924, Alfonso Reyes leía la carta con la que se iniciaron las actividades del PEN en la Ciudad de México. En misión diplomática, Reyes conoció en Francia sus iniciativas, a las que no dudó en agregarse. Su amigo —periodista y escritor— Genaro Estrada, quien pertenecía, como él, al Servicio Exterior Mexicano, tomó la batuta y se convirtió en el primer dirigente.

Reyes regresaba de Europa para encontrarse con un país devastado por la Revolución. Quizá fue esa devastación la que animó su deseo de fundar el PEN Club de México. Como miembro de una organización que prometía ser una cofradía de inteligencias, escribió “Salutación al PEN Club de México”

No sólo la cordialidad entre los pueblos —cosa vaga, ente abstracto con quienes nunca nos confrontamos de hecho, por lo cual esta cuestión no supone un problema en la conducta—, sino la cordialidad entre los hombres, la de todos los días. No quiere esto decir que haya que pasarse la vida entre abrazos efusivos. El do de pecho no es, para la voz, la mejor escuela. Basta el registro medio, equilibrado, de la buena voluntad. De la buena voluntad... y del buen humor, amigos míos. (...)

El PEN Club (...) va a prestarnos utilísima ayuda en la guerra santa contra la incomprensión, que es la fuente de la discordia. (…)

Para lo extraordinario y heroico, no sé por qué se me figura que todos estamos un poco capacitados; y más en esta brava tierra, donde somos mejores para pelear y morir que para mantener la armonía con el vecino durante quince días seguidos.

Para esta cofradía y para la labor de promoción literaria que había recibido en encomienda, Estrada creó La pajarita de papel —a decir de Reyes, que “vuela y cruza el mar, anda los continentes y crea la comunicación inalámbrica entre las literaturas”—, un boletín en el que publicaban periódicamente los primeros integrantes del PEN México: Julio Torri, Jaime Torres Bodet, José Juan Tablada, Daniel Cossío Villegas... Así fueron los inicios mexicanos: una especie de tertulia cuyas tareas se fundamentaban en la defensa del libre pensamiento, y que apostaba primeramente por la difusión de la palabra.

Pocos años después, luego de ser presidido por Francisco Monterde, el PEN dejó de existir en México. No fue sino hasta 1951 cuando José Luis Martínez retomó el proyecto. Desde entonces no ha dejado de operar como un organismo que vela por la libertad de expresión en todas las formas de escritura. El poeta Homero Aridjis ha sido el único mexicano en dirigir el PEN Internacional y en nuestro país han estado al frente de la asociación escritores del prestigio de Octavio Paz, Gabriel Zaid, Elena Poniatowska, Ramón Xirau, Julieta Campos y Eduardo Lizalde. Ahora, bajo la presidencia de Jennifer Clement, en un clima de violencia y represión a cargo del crimen organizado y algunos gobiernos estatales, cobra nueva sentido.
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1 Obras completas, tomo IV, Fce, Letras mexicanas, México, 1995, pp. 434435

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