Todos podemos ser asesinos: Daniel Giménez Cacho

Daniel Giménez Cacho lleva a escena la obra "Misericordia", protagonizada por ocho mujeres que caminan juntas en la Caravana por la Paz

Por la libertad de las ideas

En los últimos años, la prensa mexicana ha vivido momentos difíciles debido a la violencia y al crimen organizado. El PEN Internacional se solidariza con los periodistas y comienza actividades en nuestro país a favor de la libertad de expresión. Presentamos un recorrido por la historia de la organización y una entrevista con John Ralston Saul, su presidente.

Mi mamá es un zombi

Así despertó un día. Era un lunes como los he visto amanecer por montones, sólo que esa mañana en lugar de levantarme suave y cariñosamente, mi mamá intentó morderme los pies. Yo estaba dormido y primero creí que era una pesadilla. No reconocí que fuera ella. Sólo vi una horrenda cabeza con pelo negro que lanzaba mordiscos. La pateé con todas mis fuerzas y juro que escuché cómo tronaban algunas de sus vértebras.

Historias de zombis, la nueva moda literaria

Los zombis carecen del romanticismo y de la personalidad que poseen los vampiros, pero no por ello son menos seductores. Esos muertos vivientes que siempre en hordas van por la vida devorando cerebros, han cobrado una fuerza arrolladora y se han convertido en un fenómeno de la cultura contemporánea.

Charles Dickens y la invención de la realidad

El 7 de febrero celebramos 200 años del nacimiento de Charles Dickens, en cuyos relatos y novelas conviven el pensador social, el sabio humanista y el humorista vivaz. No sólo dio aliento a centenares de seres que personificaron unas vidas tan inverosímiles como extremas, sino que capturó el espíritu de un paisaje urbano —Londres y sus calles decrépitas— sin el cual no pueden concebirse la ruindad y la bondad humanas. "Laberinto" ofrece ocho acercamientos polifónicos a su obra y su legado. Por estas páginas caminan el niño empleado en una fábrica de betún, el editor y periodista (con un texto inédito en español), el padre de familia, el enamorado, el escritor incansable a quien debemos la apología de esa institución literaria ya tan en desuso: el final feliz.

domingo, 18 de marzo de 2012

Los 45 de Cien años de soledad

Luis Rafael Sánchez
(Publicado en: La Jornada Semanal)


I

Gabriel García Márquez.
Foto: Guillermo Angulo
Guardo la primera edición de Cien años de soledadcomo oro en paño. La compré en Madrid el mes de septiembre del mil novecientos sesenta y siete. Pagué 185 pesetas, lo indica, a lápiz, la página siguiente a la portada –5 dólares y 25 centavos al cambio de entonces, más o menos 35 pesetas por dólar. Bajo la indicación del precio se adhiere un papelito que avisa: Librería Fernando Fé. Sol, 14- Madrid. Todavía el monosílabo fe llevaba acento ortográfico. La portadilla acredita el autor, el título y la firma editora, Sudamericana.
La portada recoge tres motivos insoslayables de la novela. La maraña selvática que ciñe a Macondo. Un galeón. Tres astromelias o tres nomeolvides: sólo un botánico podrá arbitrar de cuál flor se trata. Trescientas cincuentiún páginas después, el colofón avisa que Cien años de soledadse terminó de imprimir el treinta de mayo del año mil novecientos sesenta y siete, en los talleres gráficos de la Compañía Impresora Argentina, SA, Calle Alsina número 2049, Buenos Aires.
El nombre del autor me era conocido. En junio de ’63, ya aprobados los cursos conducentes a la Maestría en Artes y Ciencias de la Universidad de Nueva York, tomé unos adicionales en la Universidad de Columbia, Las novelas de Miguel de Unamuno y Nueva Narrativa Hispanoamericana. Recuerdo al profesor de ambos, el paraguayo Hugo Rodríguez Alcalá. Sobra decir que el curso sobre Unamuno incluía su obra novelística completa. El curso dedicado a la nueva narrativa hispanoamericana, dadas las fechas en que se ofreció, incluía El coronel no tiene quien le escriba.

II
El entusiasmo producido por El coronel no tiene quien le escriba, cuatro años antes, me empujó a devorar Cien años de soledad armado con un bolígrafo. Desde luego, son textos y texturas diferentes. La trama lineal de la primera contrasta con la trama zigzagueante de la segunda. Y la nómina escasa de personajes de la primera contrasta con el nutrido registro demográfico que instituye la segunda. Aparte de que la extensión de la primera, novela apretada como un puño e hilvanada con una prosa de ecos telegráficos, se desemeja en extensión de la segunda, novela oceánica y de horizonte incircunscrito, por la que navegan personajes vivos, personajes muertos y personajes vivos en tránsito voluntarioso hacia la celestialidad, por ejemplo Remedios la bella.
Pero el genio y el magisterio del autor se constatan a cada vuelta de página de ambas novelas. Ya sea una sutileza a propósito de la condición humana, tan lozana que apabulla descubrirla. Ya sea una mirada, de calado hondo, a las fatigas del tiempo. Ya sea un giro verbal, cuya irrupción en un párrafo alcanza el carácter de un acontecimiento. Ya sea la factura regia de unos personajes atascados en la esperanza ilusa, ésa que la gran poeta mexicana Juana Inés de la Cruz tacha de “diuturna enfermedad” y el gran poeta puertorriqueño Pedro Flores tacha de “flor de desconsuelo”.

III
A pesar de las tangencias enumeradas y las otras ennumerables, a pesar de que El coronel no tiene quien le escriba es una gran novela de formato breve, cuyos escrupulosos tiento y aliento la hermanan con las prodigiosas Muerte en Venecia y El extranjero, fue Cien años de soledad la obra que consagró a Gabriel García Márquez como escritor universal. Modelo de una escritura que se afianza en la página sin el menor esfuerzo, como resultas de un empecinado control narrativo, infalible hasta en los usos de la coma y el punto, en Cien años de soledad todo se vuelve inauguración, novedad, génesis. En concordancia, varios pasajes identifican a los Buendía, el clan protagonista de la novela, como seres primerizos. La primeridad los marca. A unos con una cruz de ceniza en la frente, a otros con una cruz de rencor en el alma, a otros con unas ganas atrabiliarias de alejarse de Macondo en busca de prosperidad, a otros con unas ganas irracionales de asentarse en Macondo por siempre.

El Gabo posa con una edición de Cien años de soledad en la cabeza
No extrañe, entonces, que Macondo, lugar donde transcurre la acción, se percibiera, enseguida, como una alegoría desgarrada del continente americano. Y que el apodo del autor, Gabo, sirviera de agua bautismal a la estética literaria emanante de su obra, el gabismo. 

Dicha estética, que algunos prefieren llamar macondismo, junta y mezcla hasta la indistinción, la realidad y la fantasía, la extravagancia y el descabellamiento, los personajes carentes de la mínima introspección y los personajes embarcados en la abstracción a ultranza: el clan Buendía, acoge de todo, como la botica.
De la consagración se encargó la crítica especializada. Que no le regateó encomios a la saga de los Buendía, adjudicándole parentescos linajudos, hasta innecesarios algunos por bombásticos. La emparentaron con Las mil y una noches. La emparentaron con la Biblia y su sucesión de tribus y descendencias interconectadas. La emparentaron con las crónicas de Indias y con el asombro incesante del europeo ante la maravilla encontrada. De la consagración se encargó, sobre todo, la masa innúmera de leedores, de siempre entusiasmada por devorar historias novedosas, historias capaces de poner a prueba sus certidumbres tercas y el arte superior del sujeto que las cuenta.

IV
Al fin y al cabo el cuento no es el cuento, el cuento es quien lo cuenta. Y quien lo cuenta ha de saber encapsularlo en un decir riguroso, hecho de voz, de ritmo y de mirada. Sobre todo de mirada. No hay gran escritor si no hay mirada implacable a la realidad, esa danzarina falsa de los siete velos. No hay gran escritor si dicha mirada no halla la palabra capaz de registrarla.
También explica el éxito consagratorio de Cien años de soledad, la vertiginosa sucesión de miradas ahondadoras que recopila y la franqueza prosística que las ensarta. Una prosa en posesión de un secreto candente, si bien sospechándose desde la primera oración: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” Y es tal secreto candente que, a lo largo de Cien años de soledad la poesía se asume como sombra sonora de la prosa.
Efecto seguido de ambas consagraciones, la puesta en marcha por la crítica especializada y la puesta en marcha por los leedores comunes y corrientes, fueron la traducción de Cien años de soledad a todas las lenguas y el desatamiento de un interés febril por la escritura anterior del colombiano. Cuentos, novelas y artículos periodísticos tuvieron la segunda oportunidad sobre la Tierra, que no tuvieron las estirpes condenadas a cien años de soledad. Incluso, la literatura pareció rebanarse en dos hemisferios irreconciliables, la hispanoamericana en particular: antes de Macondo y después de Macondo. Docenas de escritores se macondizaron por una temporada larga; otros, para siempre. Como si los hubiera victimizado una fiebre semejante a las varias que estragaron a los macondenses: la fiebre del insomnio, la fiebre del olvido, la fiebre del banano.

V
El verbo devorar me agrada a más no poder. Significa una cosa, pero sugiere otras, entre ellas el hambre que se mitiga a puro desorden, la imposibilidad de detenerse a saborear y la boca llena. El verbo devorar está hecho de prisa y frenesí, razón para el favor que le apartan los amantes, luego de transformarlo en verbo imperativo y súplica dulzona: “Devórame otra vez.”

Primera edición de Cien años de soledad, editorial Sudamericana, 1967
Dije en el fragmento segundo que devoré Cien años de soledad armado con un bolígrafo, presto a subrayar cuantos pasajes encandilaran mi imaginación, desde aquel en el principio, donde se notician las consecuencias trágicas del pantalón de castidad que viste Úrsula Iguarán a la hora de dormir, hasta aquel en las páginas últimas donde se noticia “la última madrugada de Macondo”. Sin embargo, entre el uno y el otro se hicieron subrayables tantos pasajes, tantos fulgores creativos se continuaron revelando, que cesé de subrayar. Pues la novela no tenía un tramo ajeno al hechizo, ese estado de satisfacción, con apariencia de sobrenaturalidad, que suscitan muy escasos amores y muy escasas obras de arte.
Los admiradores de Gardel aseguran, si bien ya pasados setenta y seis años de la tragedia en Medellín: “Carlitos está cantando mejor que nunca.” Los admiradores de Cien años de soledad aseguramos, hechizados por un fulgor narrativo acabado de hallar, pues se nos escapó en la segunda, la tercera, la cuarta lectura: “Endemoniada novela, hoy está más chula que ayer.”   

La segunda, la tercera, la cuarta lectura las hice en sucesivas ediciones, compradas en Puerto Rico, Nueva York, Berlín. Porque la primera, comprada en la madrileña librería Fernando Fé el mes de septiembre del mil novecientos sesenta y siete, descansa en el fondo de un baúl con llave, envuelta en paño, como el oro. Más de una noche de ronda por los abismos del insomnio, libro el libro de la prisión que ocupa en el baúl. Entonces, revestido el corazón por una costra de egoísmo, avanzo a besuquear la maraña selvática, el galeón, las tres astromelias o nomeolvides y susurro, entrecerrando los dientes y apretándolos: “Soy tu dueño.”

Los narcos pushan el play

Julián Garza, compositor de corridos desde 1971, dice que los tiempos de este género terminaron por la inseguridad que impera en el país (FOTO: Archivo EL UNIVERSAL)


IGNACIO ALVARADO ÁLVAREZ
GUADALUPE, NUEVO LEÓN
Publicado en: DOMINGO, 18 DE MARZO DE 2012

Hace unos treinta años, los hermanos Luis y Julián Garza tocaban ante unas dos mil personas en un ejido llamado Amaro, en Doctor Arroyo, estado de Nuevo León. Súbitamente, dos hombres desenfundaron sus armas para agarrarse a balazos. La mala puntería o la borrachera de ambos los hizo salir ilesos, pero uno de los proyectiles dejó malherido a un niño de diez años. Julián Garza quiso suspender el baile, que congregaba a casi la tercera parte de los habitantes del municipio. Sin embargo, el policía que los contrató —"un hijo de la chingada bien mamado"— los obligó a continuar. "¡Aquí nadie le para, síganle cabrones que ya firmaron contrato!", les dijo. El legendario dueto de la música norteña no tuvo alternativa: tocaron hasta la madrugada con el menor desangrándose al lado del escenario, porque la madre los esperó para rogarles que la trasladaran junto con su hijo a cualquier ciudad próxima.

"Era un ejido tan pedorro que ni doctor tenía", recuerda Julián. Los músicos debían llegar temprano a Reynosa, donde tocarían la noche siguiente. Ninguno quiso tomar el riesgo de llevarse al niño, por miedo a que se les muriera en el trayecto. Optaron por darle dinero a la señora y salieron sin perder tiempo de aquel lugar. "Luis era muy tragón y me dijo al terminar el baile que buscáramos algo para cenar. ¡Qué chingados vamos a buscar! Vámonos antes que nos busque un cabrón de esos y nos ponga a tocar toda la semana con la pistola en la mano". Julián Garza había compuesto para entonces algunos clásicos del corrido como Las tres tumbas, Nomás las mujeres quedan y La venganza de María, que son la síntesis de sucesos criminales en los que el desagravio y el asesinato adquieren connotación heroica y subrayan el implacable temperamento de mujeres y hombres que no se andan por las ramas.

En los pueblitos del norte siempre ha corrido la sangre, sentencia Garza en Pistoleros famosos, del que Mario y Fernando Almada hicieron película. Ese ánimo violento volvió a Luis y Julián expertos en tirarse pecho tierra para esquivar las balas y en lidiar con matones que exigían la misma canción. Aquella violencia era parte del espectáculo y nunca los asustó al grado de pensar en el retiro. Por el contrario, los bailes les prodigaban dinero, mujeres e historias que inspiraban el material de discos que, en su caso, sirvieron a su vez para producir cuarenta largometrajes. Pero el ciclo de esa industria iba a terminar por una contradicción impensable no sólo para el dueto, sino para el resto de los músicos de su generación: una nueva era de violencia en la que narcotraficantes, caciques y autoridades dejaron de ser tolerantes para volverse una amenaza real.

Luis y Julián desaparecieron como dueto en 2003. Cada uno siguió con su carrera por separado. Julián, el mayor de los dos, compositor y cantante principal, había grabado años atrás una de sus piezas más representativas, Era cabrón el viejo, la historia ficticia de un sembrador de marihuana que se bate a tiros con militares después de ser delatado por su compadre. Se le ocurrió una mañana que vio bajar del cerro a un jinete, mientras caminaba por el jardín de su casa, que construyó en las orillas de Guadalupe. El cuento tiene un par de diálogos, y en el más decisivo de ellos dice: "Van a saber estos batos, quién es el viejo Paulino". Sus seguidores comenzaron a llamarlo así, el viejo Paulino. Algunas de sus letras más famosas son inventadas, asegura Julián. Otras son historias que le cuentan en los lugares donde ha tocado o que lee en la prensa, como el accidente que terminó con el arresto de Héctor Luis El Güero Palma Salazar. Tras ese corrido de mediados de los noventas subieron sus bonos en Jalisco, Nayarit, Sonora y Sinaloa. Es un hecho que tocó para muchos narcos de esas y otras entidades del país, pero prefiere no hablar de ello. Sólo cuenta de una tocada que pagó uno de los hermanos de Palma Salazar. "No te metas con el narco porque no sabes cómo te puede ir. Mejor agarra los temas del campo, tragedias que suceden en los pueblos, en los ranchos", sentencia Julián mientras bebe agua y se reclina en el sillón ejecutivo que tiene en un amplio privado dentro de su misma residencia, con libreros de madera empotrada, equipales para las visitas y paredes tapizadas con fotografías y afiches de sus películas en los que invariablemente hay cuernos de chivo, sujetos con sombrero o carros estallando en llamas.

Son la referencia a una época en la que, dice Julián, se exaltaba la valentía de las mujeres o lo bragado de los hombres, no al traficante en sí. "Cuando me inicié como compositor (1971) salió el corrido de Chito Cano y yo dije: 'tengo qué hacer un corrido mejor que ese'. Claro que nunca lo logré, pero lo intenté", ejemplifica entre tosidos. Esa noche está en pijamas y se protege del frío con una bata de lana gruesa. Por el pecho asoma un parche de gasa. Está enfermo. Lleva meses en tratamiento por un incipiente cáncer de médula que ya casi destierra, dice que toma veneno de alacrán azul que compra en Cuba. En 2010 murió su hermano Luis, quien era diabético. A sus 78 años Julián se ve fuerte, con su 1.85 de estatura y más de cien kilos de peso. Sin embargo, decidió dejar la música a un lado. En diciembre ofreció el que asegura fue su último concierto y hace dos años que no escribe una sola palabra. El amo del corrido dice que los tiempos para ello terminaron por la inseguridad. "Yo ya no manejo en tu colchón. Si no le agrada a un cabrón de esos lo que hiciste… No, ya ves cómo anda el agua. Así que ya no me meto".

Golpes al corrido

En junio de 2010 uno de sus grandes amigos, Sergio Vega, El Shaka, fue asesinado por hombres armados que lo interceptaron de noche en la carretera federal México-Nogales. Se dirigía a un concierto. Conducía su camioneta Cadillac en pijamas, en compañía de otra persona que pudo escapar perdiéndose en la oscuridad. Casi un año antes, en septiembre de 2009, Vega había sido detenido por agentes federales. Lo llevaron de Monterrey al Distrito Federal en un avión para interrogarlo en las oficinas centrales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada. Las autoridades querían saber si estaba relacionado con cuatro presuntos miembros del cártel del Golfo, sorprendidos por militares en un privado del Far West Rodeo, donde el cantante ofrecía un concierto.

Vega adoptó el sobrenombre de Shaka por un jefe tribal Zulú que consolidó la fuerza guerrera más poderosa del África de comienzos del siglo XIX. Por alguna razón se identificó con ese líder poderoso y desafiante. Lo cierto es que desde el arresto (del que fue liberado a las pocas horas) vivió atemorizado. Julián Garza fue testigo de la tensión que lo envolvió esa última etapa de su vida. "Un día estábamos en un evento y le mandé hablar y no vino, no llegó —cuenta—. Volví a llamarlo: ¿Qué pasó Sergio?, ya iba a ir a buscarte. Y él (contestó): Tengo miedo. Por teléfono me están acalambrando. A cada rato me dicen: tú sigues. Así me traen. Tengo mucho miedo, por eso no fui". A los 40 años que tenía al morir, Vega era uno de los cantantes de música norteña más solicitados, sobre todo en el noroeste. Había alcanzado éxito en Estados Unidos, país al que se le tenía prohibido ingresar. Por eso no se refugió allá, como han hecho muchos otros músicos de renombre envueltos en escándalos criminales, como Ramón Ayala o Lupe Tijerina, el cofundador de Los Cadetes de Linares. Ambos fueron detenidos por infantes de Marina que irrumpieron a tiros en una fiesta organizada en Tepoztlán por Édgar Valdez Villareal, el rubio ojoazul al que apodan La Barbie, en diciembre de 2009.

La PGR sacó a relucir que tanto Ayala como Tijerina, así como otras leyendas de la música norteña, solían amenizar para narcotraficantes como Arturo Beltrán Leyva, quien se hacía llamar el jefe de jefes. Beltrán fue abatido por infantes de Marina en Cuernavaca pocos días después de la fiesta en Tepoztlán. Las autoridades buscaron abrir juicio a los músicos, acusándolos de pertenecer a la organización del capo, pero debieron dejarlos en libertad al no acreditar dicha relación. La detención, como sea, abrió la grieta que terminaría por derrumbar esa industria musical.

Viejos y nuevos reyes de las norteñas

Ramón Ayala es, junto con Los Tigres del Norte, el hombre sobre el cuál se ha sostenido por décadas el negocio de la música norteña. Pero a diferencia de los hermanos Hernández, Ayala es respetado como músico y compositor. Al lado de Cornelio Reyna formó en la década de los sesenta uno de los duetos más influyentes del género, Los Relámpagos del Norte. Llevados de la mano de Servando Cano, entonces un aprendiz de promotor, sacaron la música del circuito de cantinas al que históricamente se le había confinado, y fueron los primeros en organizar presentaciones tumultuosas en las que por vez primera se cobraba.

Los Relámpagos se disolvieron al comenzar la década de los setenta. Cornelio emprendió una carrera fulgurante, que lo llevó a estelarizar películas junto con Vicente Fernández y Lorenzo de Monteclaro. Ellos eran los nuevos reyes de la música popular mexicana que impulsaba la televisión. Por su parte, Ramón Ayala formó Los Bravos del Norte y aunque más lento, terminó por consolidar una trayectoria más notable que la de su antiguo socio. Si bien al comienzo de la era de Los Bravos del Norte tocó algunos corridos de narcos, la fama le llegó por canciones sobre el desamor, como Tragos de amargo licor o Qué casualidad. Ayala es además el único norteño que ostenta un Récord Guiness: cincuenta estaciones de radio enlazadas en Estados Unidos para tocar su música durante setenta y dos horas ininterrumpidas. Conocido como El Rey del Acordeón, él y su grupo eran los que más fechas cubrían tanto en México como en Estados Unidos, con un promedio de cinco presentaciones semanales. Lo mismo que Luis y Julián, Los Bravos del Norte tocaban en casi cualquier ejido y pueblo. Fueron, en más de un sentido, el buque insignia en las traicioneras aguas de la escena nacional.

En diciembre de 2010, un año después de obtener su libertad, Ramón Ayala fue abordado por periodistas que lo buscaron en Hidalgo, Texas, la ciudad fronteriza con Reynosa, donde reside desde hace años. Les dijo que no pensaba en el retiro, si bien sus conciertos en México no volverían a realizarse. A cambio se encerraría en los estudios para grabar diez discos de un jalón, con la idea fija de dejar un legado musical mucho más amplio del que ya tiene. "Como pionero de la música norteña tengo bien definido que no me puedo retirar ni me retiraré de la música. Ni siquiera tengo permitido morirme arriba del escenario, porque si lo hiciera, el público me pediría que siga cantando", declaró. Ayala puede darse el lujo de no tocar en el país, igual que un selecto número de grupos. Esa ausencia, sin embargo, dejó a la deriva a todas las otras agrupaciones.

Nuevos géneros, nuevos narcos

"La música norteña está en un gran bache. Seguirá como referente cultural, desde luego, pero ahorita está en una grave crisis porque no hay un líder", dice sobre ello el promotor musical Roberto Morales. En su pequeña oficina de Remex Music, en el centro de San Nicolás de los Garza, Morales tiene sobre el escritorio un póster promocional de El Pelón del Microphone, uno de los máximos representantes de la música Tribal, una corriente urbana que fusiona tecno, norteño y algo de cumbia. Este año lanzaron Cumbia tribalera, el sencillo en el que se involucraron dos de las agrupaciones importantes de esa firma, Violento y Banda la Trakalosa. Morales sabe que la Tribal es moda pasajera, pero debió involucrar en ella a Violento, la única apuesta sólida de norteño que producen. La razón es simple: hay que montarse en otra ola mientras la violencia cesa y permite el regreso de los reyes del género. Algo que, para ser honestos, es poco probable. "La violencia llegó a transformar todo en este sentido: más que nada estas gentes son las que hacen ahora los eventos y a veces te contratan y te dicen: "Esto es lo que toca". Y hablo de bailes públicos. Entonces, aquí con nosotros y todos los representantes que hay, lo que hacemos es a veces no presentar al grupo o no hacer el evento". Por "estas gentes", Morales se refiere a los criminales, a los narcos y homicidas emergentes. Lo que básicamente pasó estos últimos años, es que los empresarios tradicionales en estados como Michoacán, Chihuahua, Durango, Tamaulipas o Guerrero, fueron desplazados por grupos delictivos. Eso es lo que hay detrás de homicidios como el de Valentín Elizalde, ocurrido en noviembre de 2006 en Reynosa. El hombre se negó a tocar en un concierto privado en Matamoros, y semanas más tarde aceptó contratarse como figura principal en el Palenque en la ciudad vecina. Si la negativa hubiera ocurrido con un empresario tradicional otra hubiera sido la suerte. Pero no fue así. Los nuevos narcos no perdonan. Es lo que dicen los promotores de Monterrey o San Nicolás. Entonces, agrega Morales, "por eso han bajado los conciertos y los bailes". El grupo más importante al que Remex Music promueve es Pesado, considerado el último gran representante de música norteña que opera en la actualidad. Pesado tocará la noche siguiente, viernes, en una fiesta privada en Reynosa. Su representante, Víctor Pérez, dice que la presentación es tan privada que no puede invitarse a nadie que no sea del conjunto. "Las cosas están que arden", resume el promotor.

Si Pesado quiere presentarse en un baile público en cualquier ciudad o pueblo de Tamaulipas, "estas gentes" exigen un pago de hasta cien mil pesos, dice Morales. Lo que ello provocó es que desde 2009 se ha cancelado el 30 por ciento de las presentaciones de los músicos que promueve o representa su casa editora. "También Michoacán está parado. Los que suelen tocar son grupos locales y si alguna agrupación va y se presenta, llega hasta Morelia, nada más. Y aún así la gente que está metida en esto, son quienes hacen los eventos. Ya no son los empresarios de antes. Ya ellos se metieron ahí y ellos son los que hacen las cosas".


Los herederos de Ayala

A unas cuadras de distancia, en el mismo centro de San Nicolás, la música proveniente de la parte trasera de una casa rompe la quietud del vecindario. Es el local de Promociones Artísticas Brisa Musical, y el conjunto que ensaya se llama Relampaguitos, en honor a Los Relámpagos del Norte, de Cornelio y Ramón. El vocalista tiene la misma tesitura que Cornelio y el acordeón suena igual al de Ramón. Para cualquiera que no sea conocedor, pasarían como los originales. Los cuatro miembros del grupo, dice César Herrera, el presidente de Brisa Musical, son la promesa, la banda con la que pretenden el resurgimiento de la industria. "Se ocupa renovar, porque creo que hay gente nueva que indiscutiblemente está captando lo que va saliendo; entonces puedes seguir con tu música norteña pero renovada", explica. Puede que tenga razón, pero los muchachos no han dejado el circuito de bodas y quince años. Es posible que la suerte les cambie cuando aparezca su primer disco y porque Herrera, aunque joven, es un connotado manejador de estrellas como Alicia Villarreal, El Poder del Norte y Celso Piña. Aunque no todo es cuestión de malas o buenas copias de las leyendas musicales, o habilidad para vender como nuevo lo que no es. El problema principal radica en que los pilares de la industria están colapsando sin que nadie los supla, y en ese gran derrumbe pesa como nunca el crimen y la violencia. El miedo es la razón por la que muy pocos se aventuran en giras y los músicos nuevos no pueden, por lo tanto, hacerse de trayectoria. Se trabaja lo que se puede para sobrevivir porque, como dice Morales, de Remex Music, cualquier contrato entraña grandes riesgos. "Uno pone las fechas, las giras, pero detrás de eso no sabes si la gente es buena o es mala", detalla César Herrera. "Entonces el artista va también con el pensamiento de si estando allí no pasará algo. Y esto afecta mucho, tanto a los artistas como a los empresarios".

Los músicos no siempre se sintieron amenazados. Hasta cierto punto puede decirse que era todo lo contrario, se sentían protegidos por los narcos. El escritor Guillermo Berrones rememora una anécdota que solía contarle Miguel Luna Franco, director musical del dueto El Palomo y El Gorrión, intérpretes de clásicos como Ingratos ojos míos y El Pávino návido. "El Gorrión había perdido un ojo desde niño, y alguna ocasión me contó que El Mayo Zambada, de quien era compadre, le ofreció pagarle una operación. Pero él nunca aceptó". En 1997, Luna Franco fue candidato a diputado por el PAN, pero la fama no le alcanzó para ganarla. Murió en agosto de 2010. Berrones, un erudito de la música norteña y compilador de las doscientas composiciones que comprende El viejo Paulino, poética popular de Julian Garza, habla de la relación que siempre han tenido agrupaciones como Ramón Ayala, Los Tigres del Norte, Los Cadetes de Linares, El Palomo y El Gorrión y el mismo Julián Garza con los personajes que a través de los años las autoridades señalan como capos. "Miguel solía contar que tocó una semana contratado por El Chapo, y también que cuando se estaba divorciando tocó por dos millones de pesos en una fiesta privada en Acapulco. Eso no es ningún secreto", dice el escritor. Todo ello se derrumbó en este sexenio. Y el arresto de Ramón Ayala y Lupe Tijerina fue la señal de que ese mundo se había transformado.

Noche de afición

El Pilos Bar está a reventar este miércoles: los aficionados a la música norteña suben al estrado a tocar o cantar. Aficionado, sin embargo, no es lo más correcto para llamar a los atrevidos, así sean hombres de corbata o jóvenes de tenis y camisetas guangas de basquetbolista. La mayoría son virtuosos del acordeón y el tololoche, o cantantes que entonan con maestría canciones de Los Alegres de Terán o Los Gorriones de Topochico. El Pilos es el último santuario para todos ellos que existe en el norte. Opera en el centro de Guadalupe desde 1955. En la década de los setenta solían presentarse Carlos y José por 900 pesos, Luis y Julián o Lalo Mora por 700. Lupillo Rivera lo eligió en 2007 para grabar el video del cover que hizo a Borracho y dos años más tarde, en medio del derrumbe, Pesado rentó el bar para grabar allí Desde la cantina, el disco que congregó a Eliseo Robles y Lorenzo de Monteclaro. Es el último bombazo de ventas que registra la industria. "Es una lástima lo que se afectó con tanta inseguridad, pero en verdad creo que la música norteña va a resurgir porque es parte de nuestra identidad, de nuestra cultura", dice Pilo Elizondo, el propietario del bar. Él mismo toca su acordeón. Fue pupilo de Ramón Ayala, con quien aparece en una de muchas fotografías y mantas que cuelgan de las paredes del local. Cuatro décadas atrás, el área metropolitana de Monterrey, igual que Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros o Torreón estaba llena de lugares como el Pilos Bar y cientos de músicos se aventuraban en ellas con la misma intensidad de los rockeros ingleses y norteamericanos en los pubs. "El punto es que ya no hay rockstars norteños", dice Julián Garza. "Y cuando no hay mucho talento sino imitadores, y con toda esta violencia… Pues así no: esto como que ya se acabó por un buen rato".



IGNACIO ALVARADO ha contado historias sobre violencia y otras dolencias sociales, quizá por eso ha moldeado sus gustos, sobre todo los musicales: desde Miguel y Miguel hasta Pink Floyd, y de Miles Davis a José Alfredo Jiménez

jueves, 8 de marzo de 2012

No necesitamos que a las compositoras nos agrupen por género: Marcela Rodríguez


Aunque en las décadas recientes la participación de las mujeres en el ámbito de la música de concierto en México se ha incrementado de manera notable, "falta aún mucho" para equilibrar las condiciones de igualdad en contraste con los hombres, sobre todo en la creación.

Así lo considera la compositora Marcela Rodríguez, quien subraya el escaso el número de partituras escritas por mujeres que figuran en los conciertos sinfónicos, recitales o cualquier otro tipo de presentación musical, realidad que, aclara, no es privativa del país.

“Todavía no existe equidad en lo que respecta a la programación de música escrita por mujeres, porque la tradición ha estado del lado masculino.

"A lo largo de la historia se tocan casi siempre de músicos hombres y, muy de forma incipiente, las escritas por compositoras", explica en entrevista.

"Llegará la época en la que esa situación se equilibre. Pero para eso falta mucho, porque han sido varios los siglos que los hombres han gobernado la mayoría de los ámbitos, entre ellos las artes. El mundo sigue con atraso, sigue habiendo mucho machismo."

Carlos Apellániz al piano

La charla con Marcela Rodríguez tiene lugar a propósito del estreno mundial de su segundo concierto para piano, el cual ocurrirá este fin de semana, a cargo del pianista Carlos Apellániz y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), como parte de su programa para celebrar el Día Internacional de la Mujer.

La agrupación capitalina tendrá como directora huésped a la venezolana-estadunidense Carmen Téllez e interpretará obras escritas por cinco compositoras mexicanas: El llamado de Shofar, de Georgina Derbez; Atanor, de Ana Lara; Recordaré, de Hilda Paredes, y el concierto Candela, de Gabriela Ortiz, además del mencionado concierto para piano.

Esa pieza, concluida por Marcela Rodríguez entre junio y julio de 2011, consta de un solo movimiento, aunque está dividida a la manera de una sonata y su duración aproximada es de 16 minutos.

Es una obra impetuosa –define su autora–, que comienza de manera apasionada, fuerte, luego presenta una parte lenta, a la que sigue un segmento muy rítmico y que concluye de manera espectacular, ascendente.

El piano, según cuenta la compositora, es su instrumento predilecto, aunque también representa "una de sus principales frustraciones", pues, no obstante que esde muy chica quiso ser pianista, debió estudiar guitarra, porque sus hermanos mayores se apropiaban siempre del único piano que tenían en casa.

Para Marcela Rodríguez es incómodo ser etiquetada por cuestiones de género, como asegura que sucede con las otras compositoras cuyas obras serán interpretadas por la OFCM este sábado y este domingo, a las 18 y 12:30 horas, en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

“Como compositoras –afirma– hemos luchado por estar en la vida normal de la programación musical contemporánea y de las orquestas.”

Persistencia del machismo

Marcela Rodríguez señala que agrupar mujeres en torno de una actividad artística fue necesario en cierto momento, pero en la música ya no lo es: “México ya maduró en la cuestión de composición, en términos de igualdad de género, aunque sigue siendo un país profundamente machista.

"Las compositoras de México estamos a la altura o mejor que muchos hombres, y podemos participar en la vida normal de las orquestas, aunque falta equidad en lo que respecta la programación de obras."

La autora se incluye dentro de la generación a la que le tocó un cambio de concepción en cuanto la presencia y la participación de las mujeres en la música de concierto.

"Hay muchas instrumentistas, compositoras, maestras, cantantes de gran importancia en el país. Es algo normal, poco a poco se ha ido abriendo el mundo", agrega.

"Las mujeres de las generaciones que siguen sin duda consolidarán y llevarán la tendencia hacia otro punto. Sin embargo, tristemente el machismo es todavía un problema social y cultural, y como triste prueba de ello está el alto número de mujeres que son asesinadas en el país."

(Fuente: La Jornada)

Cortázar: seré cronopio hasta la muerte; lega "un río de afectos"


Buenos Aires, 7 de marzo. "Odio las cartas literarias, cuidadosamente preparadas, copiadas y vueltas a copiar; yo me siento a la máquina y dejo correr el vasto río de los pensamientos y los afectos", confiesa Julio Cortázar en su correspondencia, que se publicará en los próximos días en cinco volúmenes, con más de mil cartas inéditas.

El epistolario permite sentir de nuevo a Cortázar, "como si estuviera escribiendo en la mesa de al lado", a la vez que pone de manifiesto "la formidable coherencia entre vida y obra" del escritor argentino, apunta el editor y filólogo español Carles Álvarez Garriga. Los tomos 1, 2 y 3 salieron en febrero, en Argentina, y en abril aparecerán Cartas 4 y 5, con el periodo que abarca hasta 1984, año de su muerte en París.

En estas Cartas (Alfaguara) se restituyen fragmentos suprimidos en la primera edición (2000), a cargo de Aurora Bernárdez, albacea de Cortázar, con la colaboración de Gladis Yurkievich. Y como Cortázar guardó muy pocas copias de sus epístolas ("Hay que conocer muy mal a los cronopios para imaginar que guardan cartas"), se consultó a amigos, conocidos y especialistas si atesoraban páginas suyas.

La cifra es impactante: más de mil 800 misivas, telegramas y tarjetas postales forman la versión corregida y aumentada de la correspondencia de Cortázar por cuenta de Bernárdez, su primera mujer, y Álvarez Garriga, quienes ya editaron Papeles inesperados y Cartas a los Jonquières. En los próximos meses se publicarán las Cartas en otros países de Latinoamérica, y a España llegarán en mayo.

Humor e ironía

Estos textos del cronopio, que respiran humor e ironía, permiten reconstruir la gestación de algunas de sus obras cruciales como Historias de cronopios y de famas (1962) y Rayuela (1963), así como la consolidación del boom de la literatura latinoamericana, que lo tuvo entre sus protagonistas.

En las epístolas emerge su admiración por Carlos Fuentes y La región más transparente ("Con usted hay que tirarse a fondo, devolver golpe por golpe la paliza que nos pega a los lectores con cada página"), Gabriel García Márquez y Cien años de soledad (“En estos últimos años, no veo nada comparable a esa novela y a Paradiso de Lezama Lima en nuestras tierras”) y Octavio Paz ("uno de los hombres más inteligentes que he conocido entre los poetas").

Y a José Lezama Lima le escribe: "En estas islas a veces terribles en que vivimos metidos los sudamericanos (pues la Argentina, o México, son tan insulares como su Cuba) a veces es necesario venirse a vivir a Europa para descubrir por fin las voces hermanas". Y Cortázar vuelca sus esfuerzos en ayudar a las voces no consagradas, como por ejemplo un joven Mario Vargas Llosa.

A lo largo de cientos de páginas también manifiesta sus desvelos políticos, entre ellos su acercamiento a La Habana: "(...) si ya no fuera demasiado viejo para estas cosas, y no amara tanto a París, me volvería a Cuba para acompañar la revolución hasta el final", aseveraba en 1963.

Respecto de su patria, el escritor nacido en Bruselas en 1914 explica a mediados del 60: "Por ahora soy un argentino que anda lejos, que tiene que andar lejos para ver mejor". O con tono más duro: "nada ha cambiado básicamente desde que me fui del país, como no sean los nombres de los jugadores de futbol, los diputados nacionales y los precios de los trajes".

Del epistolario también surge el ser sensible que extraña a sus amigos: "Creo que la vida enseña a no equivocarse en materia de amistad. Los únicos errores son los geográficos, el absurdo de que unos tengamos que irnos a Francia mientras otros viven en el Uruguay o la Argentina". Que se ilusiona con las visitas de sus afectos a París y también lamenta sus silencios epistolares, aunque muchas veces se disculpe por no tener tiempo para responderles.

Muchas misivas están destinadas a sus editores, como su amigo Francisco Porrúa: "Me emociona mucho que usted lleve el afecto y el heroísmo hasta el punto de meter a los cronopios entre dos tapas de cartulina". El cuentista y novelista que corrige con minuciosidad también advierte: "Nada que me manden últimas pruebas, cuando no se puede tocar prácticamente una línea sin que el impresor haga una cirrosis hepática".

Cortázar describe en varias cartas sus andanzas como traductor de organismos internacionales por diversos rincones de Europa y Asia. Trabajo que le resulta sumamente aburrido, pero al que se ve obligado por cuestiones económicas.

Docente en Buenos Aires

Entre las epístolas inéditas que aparecerán hay un filoso Cortázar que dispara al danés Niels Blaedel: "...si tuviera que elegir mi peor editor del mundo, me temo que usted sería el elegido". Asimismo despide al recién fallecido poeta y traductor estadunidense Paul Blackburn, como "un amigo maravilloso, el primero y más maravilloso de los cronopios, a los que amaba y dio vida en inglés".

En 1982 manifiesta gran preocupación por su tercera mujer, Carol Dunlop: "Estoy viviendo un momento harto angustioso de mi vida, porque Carol está muy enferma y por el momento no hay ninguna certeza de que pueda superar una situación que se prolonga desde hace más de dos meses".

Antes de fijar su residencia en París, en 1951, el espigado escritor relata su paso como docente por pueblos de la provincia de Buenos Aires. "Siento que me rodea el vacío, que cualquier cosa es preferible a caer en ese pozo vegetativo que es un Chivilcoy, un Bolívar..." O aún más lapidario: "Los microbios, dentro de los tubos de ensayo, deben tener mayor número de inquietudes que los habitantes de Bolívar".

“I’ll die a cronopio yet (Seré cronopio hasta la muerte)”, pronosticaba Cortázar en 1965. A la luz de su epistolario y mientras los cronopios celebran este año medio siglo de su publicación, se confirma el vaticinio.

(Fuente: La Jornada)

miércoles, 7 de marzo de 2012

García Márquez festejó 85 años en la intimidad de su casa


Con música de vallenato, atole, tamales y un par de pasteles el escritor Gabriel García Márquez celebró en la intimidad de su casa, su cumpleaños 85. Junto con su compañera de vida, Mercedes; su nieto Mateo, Bertha Chaneca Maldonado y algunos amigos cercanos, estuvo desde temprana hora muy contento escuchando vallenatos.

Este año García Márquez no rompió la tradición. La espera de la prensa fuera de su casa para que saliera a saludar resultó infructuosa. La sorpresa fue que Gabo y la familia abrieron sus puertas para permitir que fuera el fotógrafo de La Jornada el primero en pasar a tomar sólo dos o tres imágenes. "No pueden hacerles preguntas", recordó Genovevo, quien abrió la puerta y dio aviso de que este diario podía pasar a su casa, donde por doquier se apreciaban varios ramos de rosas amarillas.

Fue un breve momento en el que el escritor, vestido con su traje de lana a cuadros, corbata gris a rayas y sus lentes en el bolsillo de la solapa, tras colgar el teléfono de una llamada de felicitación, posó con su característica sonrisa, con sus familiares, amigos, empleadas y empleados de casa, quienes le brindaron un desayuno íntimo, una apacible celebración a ritmo de vallenato, que marcó las ocho décadas y un lustro de vida del más reconocido literato en lengua española.

Por la mañana, García Márquez recibió algunas docenas más de rosas amarillas, que se sumaron a las que había recibido días antes. Pasadas las 10 horas, su amiga Miriam Morales llegó con un ramo de rosas amarillas compradas en el mercado de Jamaica; "son las que a él le gustan; hubiéramos querido traerle 85 flores amarillas, pero ya se habían acabado", comentó antes de entrar al hogar del escritor colombiano, ubicado en Jardines del Pedregal.

Más tarde Genovevo, asistente y chofer del escritor, llegó con un pastel, regalo de sus empleados de casa. Alrededor de las 10:35 horas el autor recibió vía mensajería una bolsa con seis ejemplares de su novela El coronel no tiene quien le escriba y, horas más tarde, un arreglo de gladiolas blancas, cuyo remitente no se pudo conocer, pues el nombre venía en un sobre cerrado.

Cerca de las 11:30 horas, mientras un par de fotógrafos de prensa aguardaban la entrada o salida de alguna personalidad, sucedió algo que puede aparecer como anecdótico, cotidiano, o mágico: fuera de la casa de García Márquez revoloteó, frente al portón, una solitaria mariposa amarilla, para luego tomar altura y distancia, como aquellas que perturbaban a Mauricio Babilonia.

Dentro de la casa, el escritor degustaba atoles y tamales, "un desayuno a la mexicana", diría Genovevo.

La celebración en honor del escritor colombiano por sus lectores comenzó el pasado domingo 4 de marzo en estas páginas y se alargó los días lunes y martes. Lectores que en reconocimiento al talento e influencia que tuvo en sus vidas la obra de Gabriel García Márquez compartieron sus experiencias tras leer la célebre novela Cien años de soledad.

(Fuente. La Jornada)

“Esther Seligson para principiantes”; evocan su legado literario


México • Sandra Lorenzano, José María Espinasa y Marina Porcelli, expertos en el quehacer literario, especialmente del realizado durante el último medio siglo, revisitaron anoche la obra de una de las escritoras más preclaras, aunque poco popular, durante la mesa “Esther Seligson para principiantes”.

En la velada literaria, en el Centro de Creación Literaria “Xavier Villaurrutia”, se mencionó que a Seligson, fallecida el 8 de febrero de 2010, le interesaba el misticismo, los rituales, la lectura del tarot, la cábala, la acupuntura, y cualquier forma de mitología y religión, así como las leyendas y los antiguos misterios que refleja en su literatura, apasionante y seductora.

Con esas aficiones, gustos y manías, y conformando una escritura absoluta, como dijo en su oportunidad el moderador de la mesa, el escritor Geney Beltrán, “esta escritora formidable creó una voz heterodoxa y experimental, formando a una gran estilista mayor de la prosa hispánica contemporánea”.

La mesa de reflexión “Esther Seligson para principiantes” sirvió para explorar la obra de esta escritora que realizó textos de compleja manufactura, pues pedía al lector un esfuerzo, ya que pretendía crear un lector sabio como ella, que la entendiera y se identificara con sus pasiones, según afirma Elena Poniatowska.

Sus lectores no podían ser aquellos que esperan a que el escritor les ponga todo sobre la mesa, coincidieron los ponentes, en tanto que para Beltrán, esta mujer comparaba la construcción de los libros con la de los barcos, porque ambos pasan por travesías para culminar en un puerto que tonifica e ilustra al hombre.

Eso se refleja en su libro “Simiente” (2004), el cual escribió tras el suicidio de su hijo Adrián. La obra alcanzó su sitio dentro del panorama literario hispanoamericano. Fue la autora de una obra que conjuga la expresión de un mundo interior y un estilo de exigente experimentación en un solo punto, se mencionó en la sesión.

Su propia muerte no tomó por sorpresa a Seligson, un año antes de este episodio, sabía que le restaba un año de vida, debido a una afección cardiaca. Durante este periodo se dedicó a terminar su obra “Todo aquí es polvo”, libro de memorias que ganó el Premio Bellas Artes “Narrativa Colima 2011”.

Esther Seligson (Ciudad de México, 25 de octubre de 1941-8 de febrero de 2010) nació en el seno de una familia judío-mexicana, cuyo origen se refleja en su extensa obra. Fue poseedora de un sincretismo de culturas e ideologías, al igual que de experiencias de vida en París, Lisboa, Jerusalén, el Tíbet y México.

Poeta, narradora, ensayista y traductora, vivió en todos esos lugares, de ellos se nutrió y en ellos se inspiró para crear parte de su obra literaria. Por eso, coincidieron los conferencistas, se convirtió en una errante y peregrina, pues “sentirte extranjero en cada ciudad en la que vives, te permite un contacto más emotivo”, solía decir ella misma.

Estudió las licenciaturas en Lengua y Literaturas Hispánicas, así como Literatura Francesa en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y realizó diplomados en las universidades de La Sorbona y de Bordeaux sobre Historia, Edad Media y Filosofía.

Tradujo obras de Emmanuel Levinas, Edmond Jabés, Virginia Woolf, y Marguerite Yourcenar, entre muchos otros, y fue colaboradora publicaciones como Casa del Tiempo, Cuadernos del Viento, Diálogos, Diorama de la Cultura, El Urogallo (España), Escandalar, Escénica, Fem, Fractal, Hispamérica (Estados Unidos), Noaj (Israel), y otras más.

Entre su obra se encuentra “La fugacidad como método de escritura”, “El teatro, festín efímero”, “Escritura y el enigma de la otredad”, “Apuntes sobre Cioran”, “A campo traviesa”, “Otros son los sueños”, “La morada del tiempo”, “Sed de mar”, “Isomorfismos”, “Tríptico”, “Tránsito del cuerpo” y otros títulos más.

Celebran cumpleaños de García Márquez con página en Facebook


Ciudad de México • La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), cuyo fundador y presidente es Gabriel García Márquez, festeja al escritor con la página de Facebook "Celebremos el cumpleaños 85 de Gabriel García Márquez", en la que se comparten textos, fotos y videos del ‘maestro Gabo’.

Dicha celebración, a través de la red social, es un “homenaje a la inspiración que le ha brindado (García Márquez) a los periodistas del mundo entero”, detalló la Fundación en un mensaje publicado en su sitio web.

En la página, que ha sido ‘likeada’ por 2 mil 32 usuarios, también se compartirán citas del libro Para que no se las lleve el viento, un ensayo sobre entrevistas realizadas a Gabriel García Márquez, y compiladas por Fernando Jaramillo.

En el perfil también se pueden leer las felicitaciones que el escritor ha recibido de maestros de la FNPI, como la del periodista Jon Lee Anderson:

"Feliz cumpleaños, entrañable maestro Gabo. Con tu inspiración y generosidad has logrado crear un legado extraordinario, además de una literatura que ha entrado en la Historia para todos los tiempos. Te has ganado también el afecto unánime de un sinfín de jóvenes que te quieren, y tratan de emular tu ejemplo: el de encontrar la semilla creativa dentro de sí. Viva Gabo, eres grande de verdad".

García Márquez en Twitter

En la plataforma de microblogging, el cumpleaños 85 de Gabriel García Márquez estuvo en la lista trending topic, temas más comentados del momento.

En México, Gabriel García Márquez y Cien años de soledad fueron los temas más referidos por los usuarios de Twitter, quienes no sólo felicitaron al escritor sino compartieron algunos de sus títulos.

Gabriel García Márquez fue mencionado 42 mil ocasiones y Cien Años de Soledad, libro escrito por Márquez y publicado por primera vez hace 45 años, 11 mil veces.

(Fuente: Milenio)

lunes, 5 de marzo de 2012

Recuerdan en la FILPM al maestro Fernando Benítez


La XXXIII Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería (FILPM) conmemoró el centenario del nacimiento de uno de los ilustres representantes del periodismo cultural, Fernando Benítez (1912-2000) , a partir de una conferencia que impartió la catedrática e investigadora Georgina García Gutiérrez.

Adscrita al Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, la especialista habló sobre la vida del escritor y periodista mexicano, impulsor de talentos literarios, periodista convertido en antropólogo.

Recordó que Fernando Benítez, quien vio la primera luz el 10 de enero de 1912, es reconocido como el creador de los suplementos culturales en el país y con ello se convirtió en una de las piezas más importantes en la historia reciente del periodismo en México.

El primer número de La Cultura en México apareció el 21 de febrero de 1962 y lo encabezaba el ensayo Oración del 9 de febrero, páginas inéditas de Alfonso Reyes.

Al lado de sus amigos, entre los que se encontraban quienes en los años 60 eran jóvenes promesas de las letras nacionales, como Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, o bien artistas plásticos fundamentales en la pintura nacional, como Vicente Rojo, Benítez desarrolló siempre una propuesta periodística llena de elementos artísticos.

En dos mil 800 páginas, a partir del estudio de culturas ancestrales, tarahumaras, huicholes, tepehuanes o nahuas, coras, otomíes o mixtecos están presentes como contemporáneos nuestros, gracias a Fernando Benítez.

"Dejarán de ser indios y se convertirán en la basura que somos nosotros" , citó Georgina García. También dijo que medio siglo de periodismo cultural fue creado por Fernando Benítez, escritor, etnógrafo, historiador, pero sobre todo periodista.

Comenzó su carrera dirigiendo El Nacional. En 1949 aparece como director de México en la Cultura, suplemento de Novedades.

En los años posteriores, Fernando Benítez dirigió el suplemento Sábado , de unomásuno, y más adelante, en 1984, participaría en la fundación del diario La Jornada, al lado de Carlos Payán, Carmen Lira y otros periodistas. Entonces se encargó del suplemento La Jornada Semanal, que marcó pauta en el periodismo cultural.

La investigadora Georgina García dijo estar feliz de participar en el homenaje a Fernando Benítez, el hombre que "está a la altura de hombres que crearon reconocidas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Fondo de Cultura Económica. a él se formó una generación amplia de críticos desde sus suplementos, como México en la Cultura. Fue un humanista que se preocupó por los demás.

Al final invitó a los asistentes a conocer, leer y disfrutar de los más de 70 libros que escribió Fernando Benítez, quien dejo de existir el 21 de febrero del 2000. "Valoremos el legado que nos hizo pensar en nosotros mismos" , resaltó. 

(Fuente: El Universal)

Gabo cumplirá años un poco alicaído: agente


El Nobel colombiano Gabriel García Márquez cumplirá mañana 85 años "un poco pachucho (alicaído)" de salud, según dijo hoy su agente literaria y amiga, la española Carmen Balcells.

"'Gabo' está un poco pachucho, y yo a veces lo atribuyo a que nos hacemos mayores", afirmó Balcells, de 81 años, en una entrevista con la cadena de radio colombiana Caracol.

Balcells, que ha sido agente literaria de otros cinco ganadores de los Premios Nobel de Literatura (Pablo Neruda, Miguel Ángel Asturias, Camilo José Cela, Vicente Aleixandre y Mario Vargas Llosa), confió a Caracol Radio que en su dormitorio tiene, junto a las fotos de su hijo, sus nietas y su difunto esposo, un retrato de García Márquez.

"Tengo una fotografía de 'Gabo', pero la tengo por la mirada de nostalgia que transmite esa fotografía, que es la mirada con la que yo lo recordaré siempre; nada me lo recordará tanto como esa fotografía llena de nostalgia", explicó.

En coincidencia con el 85 aniversario del maestro la editorial Leer-e (www.leer.es), en colaboración con Random House Mondadori, que tiene los derechos en papel de García Márquez, se publicará la edición digital de su obra más emblemática, "Cien años de soledad".

Mañana se cumple también el 45 aniversario de la publicación en papel de "Cien años de soledad" y tres décadas de la concesión del Premio Nobel.

Balcells aseguró que tenía firmado el contrato para el libro digital desde hacía tiempo, pero el "momento exacto" para que viera la luz era ahora, ya que la confluencia de las tres fechas "servía en bandeja" la ocasión.

Para la editora catalana, las prisas en el sector literario son una mala compañía para poder analizar el recorrido de un libro.

"Pretendemos ocupar ese espacio nuevo, este nuevo soporte que no garantiza todavía grandes masas de lectores, pero sí grandes masas de compradores", señaló Balcells.

También dijo que en el momento actual la industria literaria "no puede ignorar" la existencia de los medios digitales, que según aseguró tienen un "poder infinito" y son uno de los descubrimientos "mas efectistas del siglo pasado".

Balcells destacó como clave del éxito de García Márquez su capacidad de "despachar la gama del amorío en toda su extensión" y remarcó que "el escritor se refugia en algo que le es afín" , en este caso, la historia del amor. 

(Fuente: El Universal)

Inauguran exposición sobre la obra de Tim Burton en París


París • Las criaturas que habitan en la mente de Tim Burton, un cineasta de sensibilidad gótica que ha desplegado su universo de surrealismo en veinte películas confeccionadas durante tres décadas de carrera, se han instalado en la Cinemateca de París hasta el próximo 5 de agosto.

A través de 700 dibujos, muñecos o disfraces, el templo del cine en Francia recorre ampliamente la filmografía y la creación de Burton (Burbank, 1958), desde sus inicios adolescentes hasta el desarrollo de títulos como "Beetlejuice" (1988), "Ed Wood" (1994) o "Sweeney Todd" (2007), pasando por los años que estuvo en la factoría Disney.

"Creo que todo el mundo debería ser capaz de sacar su alegría, pena, luz, oscuridad... Es importante ser capaz de expresarse, de cualquier manera", comentó el director al presentar la muestra en París, el único punto de Europa donde pueda disfrutarse de la exhibición, concebida en 2009 para el MoMa de Nueva York.

Para Burton -que vive en Londres junto con su compañera, la actriz Helena Bonham Carter y sus dos hijos- las ilustraciones son su forma de comunicarse y de "explorar el subconsciente", dijo.

Dibujos en acuarela, a lápiz y bolígrafo, plasmados en lienzos, láminas o esbozados en servilletas y páginas de periódico se mezclan con las marionetas de resina o las máscaras utilizadas en sus películas para articular un espacio plagado de escondrijos tétricos y de devaneos infantiles.

Al adentrarse en la retrospectiva "Tim Burton. La exposición", el visitante tiene la sensación de penetrar en un fantasioso laboratorio para asistir en primera línea del proceso creativo de uno de los artistas más singulares de Hollywood, un cineasta que ha logrado aunar su poética y mórbida idiosincrasia con un rotundo éxito comercial.

"Muchas cosas quizá empezaron con esos dibujos extraños, que quizá años después apliqué a películas o proyectos", comentó el director, quien reconoció que el dibujo es una buena forma de mantenerse ocupado que le evita "caer en una depresión profunda".

La retrospectiva de París acontece en un año en el que el director estrenará dos nuevas películas: la adaptación de la serie "Dark Shadows", que estrenará en el próximo Festival de Cannes y en la que volverá a contar con su actor fetiche, Johny Deep, y "Frankenweenie", una versión canina y animada de Frankenstein que parte de un cortometraje que Burton firmó en 1984 y que llegará a las salas de Estados Unidos el próximo otoño.

Pero la Cinemateca de París, que proyectará toda la obra de Burton, no pretende explorar los largometrajes que ultima el cineasta, sino recrearse con lo monstruos oblicuos con dientes afilados que imaginaba un niño introvertido que se crió "en un ambiente suburbano y conformista" de la periferia de Los Ángeles.

"Es producto de cómo he crecido", explicó a la prensa sobre la exposición el que fuera en 2010 presidente del jurado del Festival de Cannes, quien reconoció que entró por primera vez en un museo cuando tenía 18 años.

Corría entonces 1976, el mismo año en el que ingresó en el Instituto de las Artes de California, fundado por Walt Disney para formar dibujantes para sus estudios. Al terminar, Burton logró un contrato con la casa de animación por antonomasia, donde trabajó cuatro años.

Fue el período en el que realizó los cortometrajes "Vincent" y "Frankenweenie" y cuando conoció a parte del equipo que le ha acompañado desde entonces, aunque tuvo que salir de Disney para hacer realidad su primer largo.

"En un momento dado en Disney, en el que tenía mucho tiempo para dibujar lo que quisiera", recuerda el director, que describe aquella etapa como una de las más fértiles de su vida.

A finales de los ochenta y principios de los noventa recibiría el aplauso del gran público, con cintas como "Beetlejuice" o "Batman" y se introduciría en una constante de éxito que le ha convertido en un director de culto que sigue seduciendo en taquilla.

Durante los próximos cinco meses, la Cinemateca de París ofrece la posibilidad de escrutar el "proceso de reflexión" de un genio que ha creado, dibujado, coloreado, dirigido y animado un indómito universo que, por primera vez en Europa, abre sus puertas a los extraños.

(Fuente: Milenio)

Otorgan a Cristina Pacheco la distinción Rosario Castellanos 2012 por trayectoria


"La palabra es el arma decisiva para combatir la violencia y la opresión contra las mujeres", expresó la periodista Cristina Pacheco al recibir este domingo el primer Reconocimiento Internacional Rosario Castellanos a la Trayectoria Cultural de la Mujer 2012 en el Palacio de Bellas Artes.

Durante la ceremonia, encabezada por Margarita Zavala, presidenta del Consejo Consultivo del DIF Nacional, y Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Pacheco afirmó: “Hay una panorama innegable de violencia y opresión, que en todas su formas siguen padeciendo –y lo digo con dolor y vergüenza– millones de mujeres.”

“No basta –prosiguió la escritora y colaboradora de La Jornada– con rechazar esta aberrante situación, sino que hay que combatirla por todos los medios a nuestro alcance; para ello, una arma decisiva y poderosa es la palabra.”

Por ello, "un paso indispensable para cambiar todo aquello que nos duele y humilla es exponer esta realidad como la observamos día tras día y aceptar que se apoya en tres de nuestros mayores enemigos: la injusticia social, la falta de educación y la dependencia económica".

Antes de referirse a la vida y obra de Rosario Castellanos, Cristina Pacheco manifestó –a propósito de la segunda versión del congreso internacional La experiencia intelectual de las mujeres en el siglo XXI, el cual se inauguró hoy con su reconocimiento– que "las mujeres que nos encontramos aquí hemos tenido la fortuna y el privilegio de superar, en parte, algunos de estos obstáculos. Tal ventaja nos prohíbe olvidarnos de quienes se encuentran en circunstancias desfavorables, cuando no trágicas, y nos exigen mantenernos junto a ellas, dialogar, seguir su paso y mantenernos solidarias".

Este premio, puntualizó Pacheco, "me da la oportunidad de vivir una experiencia inédita, entre otras, escribir un discurso que me costó muchísimo trabajo".

En la sala principal del recinto, Pacheco recibió una nutrida ovación. Entre los invitados se encontraba su esposo, el escritor José Emilo Pacheco, además de diversas personalidades, escritoras y funcionarias; la candidata a la presidencia Josefina Vázquez Mota, la cineasta María Novaro (presidenta del jurado) y la escritora Ángeles Mastretta, quien dirigió un sentido discurso a la conductora de Aquí nos tocó vivir.

En la apertura del congreso, la Orquesta Sinfóncia del Instituto Politécnico Nacional ofreció un concierto con un programa de compositoras, con la dirección de Gabriela Díaz Alatriste.

En el encuentro, que concluirá el 9 de marzo, participarán alrededor de 40 mujeres de la cultura y las artes de hispanoamérica, quienes reflexionarán sobre su experiencia en 13 disciplinas.

Los participantes son destacadas cronistas, economistas, actrices, ecologistas, publicistas, productoras, pintoras, directoras de museos, documentalistas, compositoras musicales, cantantes y rectoras.

Isabel Allende, autora de La casa de los espíritus, impartirá la conferencia Historia de pasión: una velada con Isabel Allende, el miércoles 7 a las 19 horas.

El congreso será transmitido en vivo por canal 22, por Radio Educación (1060 AM) y en www.congresomujeres.com. Además podrá seguirse a través de las redes sociales Twitter y Facebook, así como en aplicaciones móviles.

(Fuente: La Jornada)

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