Todos podemos ser asesinos: Daniel Giménez Cacho

Daniel Giménez Cacho lleva a escena la obra "Misericordia", protagonizada por ocho mujeres que caminan juntas en la Caravana por la Paz

Por la libertad de las ideas

En los últimos años, la prensa mexicana ha vivido momentos difíciles debido a la violencia y al crimen organizado. El PEN Internacional se solidariza con los periodistas y comienza actividades en nuestro país a favor de la libertad de expresión. Presentamos un recorrido por la historia de la organización y una entrevista con John Ralston Saul, su presidente.

Mi mamá es un zombi

Así despertó un día. Era un lunes como los he visto amanecer por montones, sólo que esa mañana en lugar de levantarme suave y cariñosamente, mi mamá intentó morderme los pies. Yo estaba dormido y primero creí que era una pesadilla. No reconocí que fuera ella. Sólo vi una horrenda cabeza con pelo negro que lanzaba mordiscos. La pateé con todas mis fuerzas y juro que escuché cómo tronaban algunas de sus vértebras.

Historias de zombis, la nueva moda literaria

Los zombis carecen del romanticismo y de la personalidad que poseen los vampiros, pero no por ello son menos seductores. Esos muertos vivientes que siempre en hordas van por la vida devorando cerebros, han cobrado una fuerza arrolladora y se han convertido en un fenómeno de la cultura contemporánea.

Charles Dickens y la invención de la realidad

El 7 de febrero celebramos 200 años del nacimiento de Charles Dickens, en cuyos relatos y novelas conviven el pensador social, el sabio humanista y el humorista vivaz. No sólo dio aliento a centenares de seres que personificaron unas vidas tan inverosímiles como extremas, sino que capturó el espíritu de un paisaje urbano —Londres y sus calles decrépitas— sin el cual no pueden concebirse la ruindad y la bondad humanas. "Laberinto" ofrece ocho acercamientos polifónicos a su obra y su legado. Por estas páginas caminan el niño empleado en una fábrica de betún, el editor y periodista (con un texto inédito en español), el padre de familia, el enamorado, el escritor incansable a quien debemos la apología de esa institución literaria ya tan en desuso: el final feliz.

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jueves, 19 de julio de 2012

“Luces, cámara, acción”, lanzan libro de ocho décadas de cinefotografía mexicana



Foto: Tomada de imcine.gob.mx




Fuente: Milenio

México  • Cientos de imágenes, algunas de ellas inéditas, captadas por los más destacados fotógrafos del cine nacional, así como una veintena de entrevistas, anécdotas e historias, fueron reunidas por Hugo Lara y Elisa Lozano en “Luces, cámara, acción: Cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011”, libro que se presentó en el Cine Tonalá, de esta capital.

En la presentación del ejemplar, que se llevó acabo este martes, acompañaron a los autores, los fotógrafos mexicanos Toni Kuhn y Sergei Saldivar; el investigador Rafael Aviña, el crítico de cine José Luis Ortega, y Abel Ortega, como presentador, en una velada que reunió a un nutrido público interesado en conocer el libro.

El primero en tomar la palabra fue Toni Kuhn, célebre fotógrafo suizo que ha vivido y trabajado en México la mayor parte de su vida. “Nunca hemos sido el centro de atención porque nos dedicamos a hacer imágenes al servicio de otras personas, no somos autores, sólo enmarcamos las cosas brindándoles una estética”.

Por lo anterior, dijo, es muy interesante que en este libro esté dedicado a los fotógrafos de cine, “es bueno reflexionar sobre el quehacer de un cinefotógrafo, y pensando en ello recordé que cuando yo era niño viajaba mucho con mi familia en tren, y pasaba horas viendo la ventana, ese marco fue mi primera referencia de capturar la imagen en un cuadro, quizá de ahí surgió mi interés de dedicarme a esto, no lo sé”.

Al tomar la palabra, Sergei Saldivar compartió con el público una anécdota relacionada con el proceso de retención de plata en los negativos, “experimentando se pueden descubrir muchas cosas, aunque eso implica correr riesgos y jugársela”.

Apuntó que cuando alguien lee un libro de cine puede descubrir cosas muy interesantes, “pero no hay nada mejor que leer las historias de propia voz de sus protagonistas, por eso las entrevistas incluidas en este libro le brinda la posibilidad al lector de enterarse de cómo sucedieron las cosas de primera mano”.

Y es que “Luces, cámara, acción: Cinefotógrafos del cine mexicano 1931-2011” reúne en sus páginas, además de fascinantes imágenes, entrevistas, análisis y críticas que ofrecen un panorama global de lo que ha sucedido en la cinefotografía nacional en los últimos 80 años.

Al respecto, el crítico de cine, José Luis Ortega, destacó que se trata de un ejemplar “muy bien estructurado, que lleva detrás un arduo trabajo de investigación, es un libro fundamental para entender el cine mexicano desde una perspectiva estética, un trabajo inédito porque es la primera vez que se recopila este periodo de tiempo”.

Por su parte, Elisa Lozano, quien es historiadora del arte y colaboradora en diversas revistas de fotografía, apuntó que este libro es un primer esfuerzo que traza líneas para futuras investigaciones, “cada uno de los fotógrafos mexicanos debería tener su propio libro”.

Explicó que un aspecto fundamental de esta investigación es que desde un principio tenían claro que debían ser los propios artistas de la lente quienes hablaran de su profesión, a través de entrevistas, y a los ya fallecidos les darían voz con biografías, testimonios y documentales.

“La presentación de este volumen es motivo de alegría y gran satisfacción porque aporta con un granito de arena a la recopilación de la cinefotografía mexicana, una historia apenas en construcción”, concluyó Lozano.

Finalmente, Hugo Lara explicó que para realizar este libro recurrieron a los archivos fotográficos del Imcine, la Cineteca Nacional, la Filmoteca de la UNAM, Cinemas Lumiere y a colecciones del productor Roberto Fiesco y los fotógrafos Eniac Martínez, Federico García y Alberto Vázquez, “hay imágenes inéditas de películas como ´Mecánica nacional´ y ´Amores perros´”.

Asimismo, destacó una entrevista a Gabriel Figueroa, realizada por Nelson Carro; un texto escrito por Henner Hofmann, actual director del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y uno más de Jean Pierre García, director del Festival du Film d’Amiens.

Rafael Corkidi, Rubén Gámez, Arturo de la Rosa, Ángel Goded, Jorge Stahl, Alex Phillips, Rosalío Solano, Rodrigo Prieto, Gabriel Beristain, Emmanuel Lubezki, Guillermo Navarro, Celiana Cárdenas, María Secco, Gabriel Figueroa, son solo algunos de los cinefotógrafos, cuyas imágenes e historias han sido incluidas en este ejemplar.

martes, 17 de julio de 2012

Historias de zombis, la nueva moda literaria

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LOS ZOMBIS. Ahora están en películas, series de televisión, videojuegos, novelas gráficas y libros son muertos vivientes, personas semideshechas que no están del todo vivas pero tampoco del todo muertas, seres impulsados por el instinto de devorar la carne y el cerebro de los vivos de su comunidad.(Foto: CORTESÍA )


Yanet Aguilar Sosa
Fuente: El Universal


Los zombis carecen del romanticismo y de la personalidad que poseen los vampiros, pero no por ello son menos seductores. Esos muertos vivientes que siempre en hordas van por la vida devorando cerebros, han cobrado una fuerza arrolladora y se han convertido en un fenómeno de la cultura contemporánea.

Los muertos resucitados de hoy nada tienen que ver con los primeros zombis-esclavos que tienen su origen en Haití, producto del vudú; los que ahora están en películas, series de televisión, videojuegos, novelas gráficas y libros son muertos vivientes, personas semideshechas que no están del todo vivas pero tampoco del todo muertas, seres impulsados por el instinto de devorar la carne y el cerebro de los vivos de su comunidad y así transmitirles el virus y convertirlos en zombis.

Antes de la narrativa y la novela gráfica, de los videojuegos con vengadoras y vengadores que se enfrentan a una masa de no muertos que atacan a los vivos, de las marchas zombis que desde 2001 han congregado a miles de personas que se disfrazan y maquillan como cadáveres vivientes en ciudades de Estados Unidos, España, Canadá, Australia y México, antes de todo eso estuvo el cine. El padre de ese género es sin duda George A. Romero, con cintas como La noche de los muertos vivientes y El amanecer de los muertos.

Esos seres han protagonizado más de 400 películas, según registró Luciano Saracino en su libro Zombis! Una enciclopedia del cine de muertos vivos, publicado en 2009. Desde hace varios años están en los videojuegos - el más emblemático es Resident Evil-y en las series de televisión entre las que destaca la exitosa The walking dead, de Robert Kirkman, y hace algunos años se extendieron a la literatura con paso fuerte y seguro.

Ahora, en el mercado de Estados Unidos, España y México, hay decenas de novelas protagonizadas por zombis, sagas, cómics de Marvel, novelas gráficas, e incluso clásicos de la literatura universal en versión Z; es decir, zombi.

A títulos de la literatura contemporánea como Zombi. Guía de supervivencia y Guerra mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi de Max Brooks, hijo del cineasta Mel Brooks; y Apocalipsis, de Manuel Loureiro, y Los caminantes de Carlos Sisí -ambos títulos de autores españoles-, se han sumado versiones de clásicos: El Quijote Z, Orgullo y prejuicio y zombis, La casa de Bernarda Alba Zombi, Ana Karenina Z y Lazarillo Z, entre otros.



Fascinación por los devoradores

A pesar de ser masa, de que ninguno tiene identidad ni personalidad ni mucho menos son románticos; a pesar de que son apocalípticos, no muertos, devoradores y gregarios, los zombis han despertado fascinación entre los espectadores y lectores; incluso hay admiradores que se conciben como freaks de los zombis a mucha honra.

Esos personajes han subyugado a los escritores norteamericanos desde hace algunos años y en los últimos dos a autores españoles; sean traducidos, importados o reeditados, esos libros están en mesas de novedades de México, donde se pone punto final a la primera novela zombi. Todos son parte de una ola narrativa que tiene un trasfondo social muy fuerte y un reflejo de la sociedad contemporánea.

Vicente García, editor de Dolmen, casa editorial de España que ha publicado cerca de 40 novelas de zombis, considera que la fascinación radica en que estos seres representan a un enemigo feroz e invencible al que no se puede derrotar y con el que simplemente hay que coexistir.

"Se trata de un depredador que no se cansa, que no necesita dormir ni comer ni descansar; un ser sin escrúpulos que no piensa... Imagino que en el fondo representa lo peor de nosotros, prefiero imaginar eso a pensar que se trata de nosotros mismos, porque algunos defectos como el no tener conciencia, el ser gregario y el no pensar es algo común tanto en los vivos como en los no muertos", señala García.

El editor y también autor de la novela Apocalipsis Island sentencia: "no deja de ser una forma de ver algunos aspectos de nuestra sociedad sin verlos; por un lado cómo podemos llegar a ser viéndonos a través de los zombis, y por el otro en qué nos transformamos en momentos de necesidad extrema como sería el caso de un ‘fin del mundo'".

En México, esas novelas ocupan un lugar importante en las librerías, tan sólo Dolmen a través de Océano ha puesto en circulación Carne muerta, de David Mateo; Tom Z Stone, de J. E. Álamo; Los caminantes. Necrópolis, de Carlos Sisi; Antirresurrección, de Juan Ramón Biedma; y Cuando Susanah llora, de J. J. Castillo. Se suman dos nuevos libros con el sello Planeta: la segunda parte de la serie The Walking dead chronicle, de Robert Kirkman, y Zombi Island, de David Wellington. Y Alfaguara, con la novela de José Luis Trueba que saldrá en septiembre firmado con las iniciales J. L. T. L.

Trueba Lara, narrador y freak de los zombis desde hace más de 40 años, cuando vio La noche de los muertos vivientes, dice que la verdadera fascinación por los zombis radica en que son una masa: "En los zombis todas las cualidades individuales se pierden y se convierten en una masa amorfa que va caminando y devorándolo todo. Poco importa cuál es la causa, si es lo que ocurre en Resident Evil o lo que pasa en La noche de los muertos vivientes o si es un virus; la causa es lo de menos, incluso en algunos casos ni siquiera la sabemos, como en The walking dead".

Trueba Lara, quien publicará la primera novela mexicana zombi que, a diferencia de la mayoría de novelas tendrá como protagonista a una mujer, asegura que el asunto central es que "los zombis se vuelven masa y empiezan a devorar. Esa es una maravilla, porque es la posición más cómoda y más gregaria".

Esa fascinación por las historias de zombis no es nueva, Vicente García relata que en el mercado anglosajón el furor comenzó con World War Z, de Max Brooks, que despertó a todos los amantes del género.

Dice que en lengua hispana todo comenzó con Apocalipsis Z, con la trilogía de Los Caminantes y la tetralogía de Apocalipsis Island. "Eso significó el despertar de un público latente que estaba ahí desde hace tiempo esperando encontrarse con libros de zombis".

Y ha sido tal el furor que tan sólo en Dolmen han publicado cerca de 40 títulos que incluye seis antologías de relatos cortos y varias sagas principalmente de autores españoles, aunque también hay algunas traducciones como Brian Keene con El Alzamineto, Gareth Wood con El despertar de los muertos o Wayne Simmons con Pandemia.

Para José Luis Trueba Lara el zombi no es un personaje fantástico "porque es tan despersonalizado y a la hora de narrarlos siempre dan lata porque qué personalidad le puedes dar, en realidad el zombi es un personaje muy cuadrado que sólo te corretea, que tiene pocas capacidades de sentir y vivir, es un personaje absolutamente desdibujado, plano y unidimensional; pero eso es lo que lo hace interesante, la fascinación por algo sin personalidad, con la cosa apocalíptica claro".

El zombi tampoco es un personaje que sólo interese a los lectores jóvenes. "Por suerte se está convirtiendo en un género por sí solo, que puede abarcar dentro de sí al resto: humor, histórico, novela negra... y, cómo no, terror. Y lo mejor es que parece no ceñirse únicamente a los lectores más jóvenes, sino alcanzar a la gente de cuarenta", dice García.

Tatiana Nogueira, directora de mercadotecnia y comunicación de Grupo Planeta, asegura que el zombi les ha permitido a los escritores incluirlo en historias ya conocidas pero sobre todo en nuevas historias pues les da libertad: "Podría ser un ser más de la literatura fantástica pero no es un ser que haya nacido en la literatura como Drácula o Frankenstein, sino que nace a partir de la pregunta de qué pasaría si los muertos resucitan; los zombis son personajes que se han integrado a la novela negra y a los comics; Marvel tiene varias series, incluso en México no podemos olvidar que Jis y Tryno crearon los zombis de Sahuayo", señala Nogueira.

Aranzazu Núñez, editora de Alfaguara Infantil y Juvenil, dice que los zombis son un fenómeno retro, son personajes con cabezas huecas y con ansías de devorar carne humana para sostenerse en vida. "A nivel literario, en México es un fenómeno reciente, a diferencia de España y Estados Unidos, donde el zombi aparece con mucha más fuerza en los 90. Creo que es un fenómeno bastante anglosajón, pero ciertas características lo hacen atractivo para nuestra cultura, como nuestro interés por lo sobrenatural".

domingo, 18 de marzo de 2012

Los 45 de Cien años de soledad

Luis Rafael Sánchez
(Publicado en: La Jornada Semanal)


I

Gabriel García Márquez.
Foto: Guillermo Angulo
Guardo la primera edición de Cien años de soledadcomo oro en paño. La compré en Madrid el mes de septiembre del mil novecientos sesenta y siete. Pagué 185 pesetas, lo indica, a lápiz, la página siguiente a la portada –5 dólares y 25 centavos al cambio de entonces, más o menos 35 pesetas por dólar. Bajo la indicación del precio se adhiere un papelito que avisa: Librería Fernando Fé. Sol, 14- Madrid. Todavía el monosílabo fe llevaba acento ortográfico. La portadilla acredita el autor, el título y la firma editora, Sudamericana.
La portada recoge tres motivos insoslayables de la novela. La maraña selvática que ciñe a Macondo. Un galeón. Tres astromelias o tres nomeolvides: sólo un botánico podrá arbitrar de cuál flor se trata. Trescientas cincuentiún páginas después, el colofón avisa que Cien años de soledadse terminó de imprimir el treinta de mayo del año mil novecientos sesenta y siete, en los talleres gráficos de la Compañía Impresora Argentina, SA, Calle Alsina número 2049, Buenos Aires.
El nombre del autor me era conocido. En junio de ’63, ya aprobados los cursos conducentes a la Maestría en Artes y Ciencias de la Universidad de Nueva York, tomé unos adicionales en la Universidad de Columbia, Las novelas de Miguel de Unamuno y Nueva Narrativa Hispanoamericana. Recuerdo al profesor de ambos, el paraguayo Hugo Rodríguez Alcalá. Sobra decir que el curso sobre Unamuno incluía su obra novelística completa. El curso dedicado a la nueva narrativa hispanoamericana, dadas las fechas en que se ofreció, incluía El coronel no tiene quien le escriba.

II
El entusiasmo producido por El coronel no tiene quien le escriba, cuatro años antes, me empujó a devorar Cien años de soledad armado con un bolígrafo. Desde luego, son textos y texturas diferentes. La trama lineal de la primera contrasta con la trama zigzagueante de la segunda. Y la nómina escasa de personajes de la primera contrasta con el nutrido registro demográfico que instituye la segunda. Aparte de que la extensión de la primera, novela apretada como un puño e hilvanada con una prosa de ecos telegráficos, se desemeja en extensión de la segunda, novela oceánica y de horizonte incircunscrito, por la que navegan personajes vivos, personajes muertos y personajes vivos en tránsito voluntarioso hacia la celestialidad, por ejemplo Remedios la bella.
Pero el genio y el magisterio del autor se constatan a cada vuelta de página de ambas novelas. Ya sea una sutileza a propósito de la condición humana, tan lozana que apabulla descubrirla. Ya sea una mirada, de calado hondo, a las fatigas del tiempo. Ya sea un giro verbal, cuya irrupción en un párrafo alcanza el carácter de un acontecimiento. Ya sea la factura regia de unos personajes atascados en la esperanza ilusa, ésa que la gran poeta mexicana Juana Inés de la Cruz tacha de “diuturna enfermedad” y el gran poeta puertorriqueño Pedro Flores tacha de “flor de desconsuelo”.

III
A pesar de las tangencias enumeradas y las otras ennumerables, a pesar de que El coronel no tiene quien le escriba es una gran novela de formato breve, cuyos escrupulosos tiento y aliento la hermanan con las prodigiosas Muerte en Venecia y El extranjero, fue Cien años de soledad la obra que consagró a Gabriel García Márquez como escritor universal. Modelo de una escritura que se afianza en la página sin el menor esfuerzo, como resultas de un empecinado control narrativo, infalible hasta en los usos de la coma y el punto, en Cien años de soledad todo se vuelve inauguración, novedad, génesis. En concordancia, varios pasajes identifican a los Buendía, el clan protagonista de la novela, como seres primerizos. La primeridad los marca. A unos con una cruz de ceniza en la frente, a otros con una cruz de rencor en el alma, a otros con unas ganas atrabiliarias de alejarse de Macondo en busca de prosperidad, a otros con unas ganas irracionales de asentarse en Macondo por siempre.

El Gabo posa con una edición de Cien años de soledad en la cabeza
No extrañe, entonces, que Macondo, lugar donde transcurre la acción, se percibiera, enseguida, como una alegoría desgarrada del continente americano. Y que el apodo del autor, Gabo, sirviera de agua bautismal a la estética literaria emanante de su obra, el gabismo. 

Dicha estética, que algunos prefieren llamar macondismo, junta y mezcla hasta la indistinción, la realidad y la fantasía, la extravagancia y el descabellamiento, los personajes carentes de la mínima introspección y los personajes embarcados en la abstracción a ultranza: el clan Buendía, acoge de todo, como la botica.
De la consagración se encargó la crítica especializada. Que no le regateó encomios a la saga de los Buendía, adjudicándole parentescos linajudos, hasta innecesarios algunos por bombásticos. La emparentaron con Las mil y una noches. La emparentaron con la Biblia y su sucesión de tribus y descendencias interconectadas. La emparentaron con las crónicas de Indias y con el asombro incesante del europeo ante la maravilla encontrada. De la consagración se encargó, sobre todo, la masa innúmera de leedores, de siempre entusiasmada por devorar historias novedosas, historias capaces de poner a prueba sus certidumbres tercas y el arte superior del sujeto que las cuenta.

IV
Al fin y al cabo el cuento no es el cuento, el cuento es quien lo cuenta. Y quien lo cuenta ha de saber encapsularlo en un decir riguroso, hecho de voz, de ritmo y de mirada. Sobre todo de mirada. No hay gran escritor si no hay mirada implacable a la realidad, esa danzarina falsa de los siete velos. No hay gran escritor si dicha mirada no halla la palabra capaz de registrarla.
También explica el éxito consagratorio de Cien años de soledad, la vertiginosa sucesión de miradas ahondadoras que recopila y la franqueza prosística que las ensarta. Una prosa en posesión de un secreto candente, si bien sospechándose desde la primera oración: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” Y es tal secreto candente que, a lo largo de Cien años de soledad la poesía se asume como sombra sonora de la prosa.
Efecto seguido de ambas consagraciones, la puesta en marcha por la crítica especializada y la puesta en marcha por los leedores comunes y corrientes, fueron la traducción de Cien años de soledad a todas las lenguas y el desatamiento de un interés febril por la escritura anterior del colombiano. Cuentos, novelas y artículos periodísticos tuvieron la segunda oportunidad sobre la Tierra, que no tuvieron las estirpes condenadas a cien años de soledad. Incluso, la literatura pareció rebanarse en dos hemisferios irreconciliables, la hispanoamericana en particular: antes de Macondo y después de Macondo. Docenas de escritores se macondizaron por una temporada larga; otros, para siempre. Como si los hubiera victimizado una fiebre semejante a las varias que estragaron a los macondenses: la fiebre del insomnio, la fiebre del olvido, la fiebre del banano.

V
El verbo devorar me agrada a más no poder. Significa una cosa, pero sugiere otras, entre ellas el hambre que se mitiga a puro desorden, la imposibilidad de detenerse a saborear y la boca llena. El verbo devorar está hecho de prisa y frenesí, razón para el favor que le apartan los amantes, luego de transformarlo en verbo imperativo y súplica dulzona: “Devórame otra vez.”

Primera edición de Cien años de soledad, editorial Sudamericana, 1967
Dije en el fragmento segundo que devoré Cien años de soledad armado con un bolígrafo, presto a subrayar cuantos pasajes encandilaran mi imaginación, desde aquel en el principio, donde se notician las consecuencias trágicas del pantalón de castidad que viste Úrsula Iguarán a la hora de dormir, hasta aquel en las páginas últimas donde se noticia “la última madrugada de Macondo”. Sin embargo, entre el uno y el otro se hicieron subrayables tantos pasajes, tantos fulgores creativos se continuaron revelando, que cesé de subrayar. Pues la novela no tenía un tramo ajeno al hechizo, ese estado de satisfacción, con apariencia de sobrenaturalidad, que suscitan muy escasos amores y muy escasas obras de arte.
Los admiradores de Gardel aseguran, si bien ya pasados setenta y seis años de la tragedia en Medellín: “Carlitos está cantando mejor que nunca.” Los admiradores de Cien años de soledad aseguramos, hechizados por un fulgor narrativo acabado de hallar, pues se nos escapó en la segunda, la tercera, la cuarta lectura: “Endemoniada novela, hoy está más chula que ayer.”   

La segunda, la tercera, la cuarta lectura las hice en sucesivas ediciones, compradas en Puerto Rico, Nueva York, Berlín. Porque la primera, comprada en la madrileña librería Fernando Fé el mes de septiembre del mil novecientos sesenta y siete, descansa en el fondo de un baúl con llave, envuelta en paño, como el oro. Más de una noche de ronda por los abismos del insomnio, libro el libro de la prisión que ocupa en el baúl. Entonces, revestido el corazón por una costra de egoísmo, avanzo a besuquear la maraña selvática, el galeón, las tres astromelias o nomeolvides y susurro, entrecerrando los dientes y apretándolos: “Soy tu dueño.”

domingo, 5 de febrero de 2012

"Elena Sevilla abre una ventana al misterio de las mujeres": Andrés Ruiz



La vida de al menos cuatro mujeres de una clase media urbana, por ilustrada, entretejida conforme avanza la trama, y lo cotidiano y en apariencia irrelevante, son algunos de los ingredientes de la novela El silencio de las amantes. Amor, lujuria o tormento, de Elena Sevilla.

Editada por Axial y con prólogo de Raquel Pankowsky, la novela fue presentada el viernes pasado por los periodistas y escritores Andrés Ruiz, Jaime Whaley y Marcelino Perelló, en una librería de Coyoacán.

Ruiz, periodista de La Jornada y autor del texto de la contratapa del libro, habló del lenguaje manejado por Sevilla y destacó el oído fino de la narradora para reproducir, en la escritura, el habla cotidiana, puesto de manera precisa y cabal para contar una historia.

Mencionó también la forma y atmósfera en la que queda envuelta la dicha clase media. Estas relaciones femeninas, dijo, son relaciones muy vacuas en muchos sentidos, pero extraordinariamente intensas en otros.

(Fuente: La Jornada)

viernes, 3 de febrero de 2012

Se llevará a cabo del 7 al 10 de febrero las jornadas “Libros del Ajusco”



(Fuente: Milenio)

Ciudad de México • Venta y presentaciones de volúmenes, conferencias y talleres ofrecerán las jornadas "Libros del Ajusco", que se realizarán del 7 al 10 de febrero en la Universidad Pedagógica Nacional.

Para dar inicio, el martes 7 de febrero se presentará el libro "29 conceptos clave para disfrutar de la ciencia", coordinado por los científicos franceses Pierre Léna, Yves Quéré y Béatrice Salviat, el cual busca responder algunas interrogantes en torno al mundo y a la naturaleza, expuso en un comunicado.

La colección de Educación y Pedagogía, que reúne varios títulos, será dada a conocer el miércoles por las especialistas Susana Quintanilla y Sylvia Schmelkes, quienes serán moderadas por Max Gonsen, abundó.

Entre los títulos que serán analizados destacan "Las competencias de la educación", "La ventaja académica de Cuba", "Escuchemos a los niños", "Una pedagogía de la integración" y "Visiones y revisiones de la discapacidad", entre otros, refirió.

La editorial anotó que el jueves 9 de febrero, la cirujana Arlette Yunes analizará la colección de Psicología, Psiquiatría y Psicoanálisis, que incluye el libro "La psicología de mellizos y trillizos". Así como "Historia de los síntomas de los trastornos mentales", "La creencia y el psicoanálisis" y "Los 13 sueños que Freud nunca tuvo", por mencionar algunos, añadió.

La convocatoria del concurso “Leamos la ciencia para todos” en su edición XII, también será dada a conocer en el marco de las jornadas "Libros del Ajusco", el miércoles 7 del presente mes, adelantó el FCE.

Finalmente, los asistentes podrán disfrutar de un par de funciones cinematográficas dentro del ciclo de cineclub, que incluye la proyección de "Fahrenheit 451" y "El nombre de la rosa", concluyó.

domingo, 29 de enero de 2012

Dedica la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes un portal a Margo Glantz



(Fuente: La Jornada)

La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes rindió un homenaje a la escritora mexicana Margo Glantz con la apertura en su sitio de un portal dedicado a la autora, quien este sábado cumplió 82 años.

Según se consigna en el portal, la Biblioteca de Autor Margo Glantz es un reconocimiento a una de las máximas figuras de la cultura mexicana, integrante de la Academia de la Lengua desde 1995 y Premio Nacional de Ciencias y Artes 2004, además de destacado nombre de la creación y la investigación en el mundo hispánico.

Imágenes, audios, textos de y sobre Glantz son algunos de los materiales que se podrán encontrar en ese sitio, con el que se pretende dar cuenta de la personalidad polifacética de esta escritora de inagotable curiosidad y gran espíritu crítico.

Un espacio que ha sido posible gracias a la generosa colaboración de la autora, pero también de investigadores, instituciones y editoriales que nos han permitido ofrecer una visión más completa de esta gran figura de las letras mexicanas, se destaca en la pagina web.

De acuerdo con datos biográficos, a su indiscutible capacidad intelectual la autora añadió las enseñanzas de los destacados maestros que tuvo en diversas escuelas en México y el extranjero, por lo que su trabajo como catedrática y escritora es indiscutible y se le considera una figura muy completa de las letras mexicanas.

Aunque su familia se mantenía fiel a las tradiciones judías, pronto se movió en los círculos artísticos mexicanos; el padre fue amigo del pintor Diego Rivera y tenía gran interés por las nuevas corrientes culturales de México, su país de acogida, pues los Glantz llegaron de Ucrania.

No obstante que la familia de Margo Glantz Shapiro quería emigrar a Estados Unidos, donde tenía parientes, le fue negado el permiso de ingreso, así que se quedó en México.

Vida académica

Por diversas razones, la familia (que tuvo cuatro hijas) debió mudarse de casa y de barrio muy a menudo, de modo que Margo estudió en distintos colegios, dos años en la Secundaria 15 y uno en la escuela Israelita de México.

El bachillerato lo cursó en la Escuela Nacional Preparatoria Número 1, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, con Agustín Yáñez como uno de los profesores que le dejaron huella.

De 1947 a 1953 estudió Letras Inglesas, Letras Hispánicas e Historia del Arte, con especialidad en Historia del Teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde tuvo muchos profesores destacados. Entre ellos figuraron reconocidos escritores y filósofos, como Alfonso Reyes, Julio Torri, Rodolfo Usigli, Samuel Ramos y Leopoldo Zea.

En 1953 se radicó en París, donde realizó el doctorado en Letras Hispánicas en la Universidad de La Sorbona, presentando su tesis con el tema de El exotismo francés en México (de 1847 a 1867).

De vuelta en México, ingresó como profesora de tiempo parcial en el Departamento de Historia del Teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.


En la imagen, la colaboradora de La Jornada en la Feria del Libro del Palacio de Minería de 2006Foto Francisco Olvera
En 1959 nació su primera hija, Alina. Después de un viaje a Cuba en 1961, empezó a impartir también en la Escuela Nacional Preparatoria número 1 un curso de Literatura Mexicana, y en la cinco cursos de Literatura Universal y Mexicana.

En el mismo año empezó a enseñar en el Centro Universitario de Teatro y en la Escuela de Teatro de Bellas Artes de la UNAM, así como en el Centro de Teatro Clásico de la Casa del Lago. Durante esos años publicó numerosos ensayos y reseñas de teatro en diversos suplementos y revistas culturales.

En 1966 obtuvo la plaza definitiva de profesora de tiempo completo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la carrera de Letras Hispánicas y Literatura Comparada.

Fundó y dirigió la revista universitaria Punto de Partida. Fue también directora del Instituto Cultural Mexicano Israelí, hasta 1969.

En 1971 nació su hija Renata. En ese mismo año salió para Estados Unidos, donde impartió clases en el Colegio Estatal Montclair, en New Jersey. Publicó Onda y escritura en México, jóvenes de 20 a 33, el cual le dio nombre a una corriente literaria surgida en la década de 1960, la literatura de la onda.

Regresó a México en 1974 y se reincorporó a la Facultad de Filosofía y Letras, donde impartió cursos sobre literatura latinoamericana y mexicana.

En 1978 se editó su primer libro de ficción, Las mil y una calorías, novela dietética, al que seguiría gran cantidad de otros títulos en el campo de la creación y de la crítica.

En 1983 fue nombrada directora de Literatura en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), donde promovió y dirigió numerosas publicaciones. Un año más tarde obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia por Síndrome de naufragios.

En 1986 viajó a Inglaterra, donde realizó las funciones de agregada cultural en la embajada de México en Londres hasta 1988.

En ese año regresó a México y desde entonces ha impartido cursos en la Facultad de Filosofía y en numerosas universidades del extranjero.

En 1989 fue nombrada Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. En 1991 obtuvo el Premio Universidad Nacional de la UNAM; en 1994 se le otorgó el cargo de Profesora Emérita de la máxima casa de estudios, así como el Council of the Humanities Fellow, por la Universidad Princeton, en Estados Unidos.

En octubre de 1995 fue elegida integrante de número de la Academia Mexicana de la Lengua y tomó posesión el 21 de noviembre de 1996 de la silla XXXV.

En 2004 le fue otorgado el Premio Nacional de Lingüística y Literatura; el mismo año se le otorgó la distinción de Investigadora Emérita del Sistema Nacional de Investigadores; un año después, en 2005, fue honrada con el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma Metropolitana.

Mito de El Álamo promueve odio antimexicano y antinmigrante: Taibo II



(Fuente: Milenio)

Ciudad de México • La derecha estadunidense ha creado el mito de los héroes de la batalla de El Álamo (Texas, 1836) para promover el odio antimexicano y defender políticas conservadoras y antinmigrantes, dijo hoy a Efe el escritor mexicano de origen español Paco Ignacio Taibo II y autor de un libro sobre esa batalla.

El mito de El Álamo es un fraude histórico que se desmorona en una revisión crítica de la historia, pero ha servido a los sectores más reaccionarios de Estados Unidos para fomentar la mentalidad conservadora e imperialista, explicó Taibo II.

"John Wayne lo deja muy claro al filmar esa historia para fomentar la mentalidad reaccionaria, El Álamo es el corazón podrido del proyecto imperial estadounidense", dijo el escritor nacido en Asturias en 1949.

En el libro "El Álamo, una historia no apta para Hollywood", el escritor recoge un testimonio de un estadunidense de origen mexicano, Richard R. Flores, quien recuerda cuando de niño visitó El Álamo y al salir su mejor amigo anglosajón, Robert, le dijo "tu los mataste, tu y los otros mes'kins".

sábado, 28 de enero de 2012

Presenta Prisa Ediciones México su programa editorial para 2012



(Fuente: Milenio Diario)

Ciudad de México • Dentro de Prisa Ediciones México se encuentran sellos como Alfaguara, Taurus, Aguilar, Suma de Letras o Punto de Lectura, lo que refleja una gran diversidad en temáticas y en apuestas para el año que comienza, con un programa editorial en el que lo mismo presumen de la obra de José Saramago, Mario Vargas Llosa o Xavier Velasco, que la de Deepak Chopra o Gaby Vargas.

“Lo que nosotros estamos buscando siempre es generar contenidos, muchos contenidos relevantes para nuestros lectores. Evidentemente tenemos una amplia gama de lectores, de ahí la necesidad de escuchar a la gente y entender cuáles son los contenidos que más les interesa.”

Al ofrecer un encuentro con clientes y distribuidores con los contenidos editoriales preparados para el primer semestre de 2012, Nadia Calderas, directora de Comunicación y Marketing de Prisa Ediciones México, aseguró que tienen como objetivo lograr libros para todos los gustos, lo que les ha permitido contar con buena presencia dentro del miedo, incluso a nivel hispanoamericano.

ntre sus apuestas para 2012 se encuentran la aparición de “Claraboya”, llamado el libro perdido de José Saramago; “La edad de la punzada”, de Xavier Velasco; “La civilización del espectáculo”, de Mario Vargas Llosa; “Cómo hacer ciencia política”, de Giovanni Sartori, “La máquina del olvido”, de Rafael Rojas, o “Eterna”, de Guillermo del Toro.

La novela nunca desaparecerá pese a la competencia del periodismo: Fuentes



(Fuente: Milenio Diario)

Cartagena de Indias • El escritor mexicano Carlos Fuentes se convirtió hoy en el gran protagonista del Hay Festival de Cartagena, donde afirmó que la novela nunca desaparecerá, pese a la competencia del periodismo, porque "la ficción no conoce fronteras".

El reconocido Premio Cervantes también ironizó sobre la relación "entre la vida vivida y la vida novelada", con referencias a la Italia de Silvio Berlusconi, al comparar la situación por la que atraviesa ese país europeo con el naufragio del crucero "Costa Concordia" y a su ex primer ministro con el capitán del barco.

Pero ante todo defendió a ultranza la novela como género literario y se reafirmó en que "El Quijote", de Miguel de Cervantes, es lo mejor que se ha escrito en lengua española, así como que a esa "biblia latinoamericana" sólo puede acercarse "Cien años de soledad", de su querido amigo, el colombiano Gabriel García Márquez.

jueves, 26 de enero de 2012

Suprimen en revista pasajes de Mi lucha

(Fuente: La Jornada)


Berlín 25 de enero. Los pasajes del libro de Adolfo Hitler, Mein Kampf (Mi lucha), incluidos en un suplemento que saldrá a la venta el jueves en Alemania serán quitados de la publicación tras la amenaza del estado de Baviera de ejercer acción legal, dijo la editorial de la revista.

Los textos aparecerían junto a un comentario en un suplemento de la revista Zeitungszeugen, o Diario Testigo, que reproduce páginas de periódicos nazis de 1920 a 1930. El Ministerio bávaro de Finanzas, que tiene los derechos de reproducción de Mi lucha, dijo la semana pasada que publicar los pasajes violaría la ley de derecho de autor y que analizaba una acción legal. Ahora sólo se podrá leer el comentario, para evitar una escalada (de críticas), dijo el editor británico Peter McGee en una carta a los lectores, y añadió que quería asegurarse de que la policía no decomisará las copias del suplemento de los quioscos.

Era digital no acabará con el libro: Fuentes


(Fuente: Notimex)



El escritor mexicano Carlos Fuentes negó que los libros estén en vías de extinción pese al auge de la era digital, pues su formato perdura y genera sensaciones que no se encuentran en otros objetos. Fuentes manifestó que “el papel, la novela y el libro permiten viajar con ellos... El libro es como una mujer, tiene gusto, tiene sabor”.

En entrevista para la radio colombiana RCN, también aconsejó a los nuevos escritores “hacer algo nuevo. Hablar de cosas diferentes a las del pasado”, pues escribir sobre la historia de la región fue propio del boom de la literatura latinoamericana.

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