jueves, 24 de noviembre de 2011

Comunicación y política: un círculo vicioso




Por Gilberto Soriano

Desafortunadamente nuestro país es un negocio regido por monopolios. Los grandes magnates del país controlan todos los puntos estratégicos del poder y desarrollo de México: política, economía, comercio, educación y, principalmente, comunicación. A pesar de que México cuenta con una red de medios de comunicación relativamente amplia y, en cierta medida, tecnológicamente avanzada; la función de nuestros medios está controlada por el sistema político económico, volviéndose un mero producto del desarrollo tecnológico y, por consecuencia, del poder de unos cuantos.

Si nos remontamos a los orígenes del poder político económico y su relación con los medios de comunicación, podríamos decir que, la propagación de los medios de difusión electrónicos se inició cuando México no había conciencia de su significado; generando así que los gobiernos como tal dejaran en manos privadas el vehículo más importante de comunicación social.

En la década de los sesenta, la radio y la televisión exploraban ya el campo de la tecnología avanzada, pero se limitaban sólo a la transmisión directa de sucesos deportivos, algunos espectáculos y contadas ceremonias de trascendencia política. Las barras de noticias en la radio y en la televisión se nutrían de los propios periódicos. Sólo pocas radioemisoras contrataban servicios de agencias informativas y mantenían poco contacto con las fuentes nacionales e información.

Durante el régimen de Díaz Ordaz comienzan a vislumbrarse los signos del agotamiento del modelo de industrialización por sustitución de importaciones, el Estado mismo, al verse en una crisis de hegemonía y legitimad, comienza a intentar participar nuevamente en los medios, especialmente en la radio y televisión, lo que preparará el terreno para los cambios importantes en el sexenio echeverrista en materia de legislación y comunicación social.


Dentro de este contexto, el papel que juegan los medios de comunicación en la política de México es reciente. Podría decirse que su origen se remota afínales de la década de los 80, cuando por primera vez el PRI perdió la mayoría absoluta en el Congreso. Antes de este suceso, la oposición era inexistente en el sistema político mexicano, por lo que era innecesario desarrollar estrategias de comunicación en el electorado.

Gracias a las nuevas estrategias establecidas, los medios de comunicación, dentro de la política, desempeñan dos papeles importantes. Por un lado, funcionan como diseminadores de información y son pieza clave en toda democracia. También permite que las personas accedan a la información pública como forma de rendición de cuentas y transparencia del Gobierno. El acceso a esta información, no sólo pretende luchar contra la corrupción, sino que permite a los ciudadanos a participar de una manera más activa dentro de la política. Por el otro lado, movilizan a la opinión pública y generan diversas formas de actividad política. Es decir, la televisión cubre y pone en acción a la población de manera masiva, mientras que los medios impresos poseen un público más selecto, que incluye políticos y funcionarios estatales.

En la actualidad, el sistema político se sostiene del apoyo de los medios de comunicación y en la reproducción de éstos. De manera que, nuestros medios de comunicación son una manifestación del pacto político que ha dominado el país y del sistema de intereses que corresponden a sus inversionistas y propietarios.

Como se mencionó, los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en la construcción de la democracia. Debido a que transmiten información que permite influir de manera directa en la población, formando corrientes de opinión y estableciendo agenda sobre los problemas que deben considerarse de mayor importancia entre la sociedad.

Por lo que respecta a su relación con el Estado, los medios de comunicación han desarrollado una estrecha relación con los gobiernos en turno. Dicha relación se expresa de una manera abiertamente política. Por ejemplo, Televisa, empresa privada más importante de televisión en México y América Latina, se ha declarado “soldado del PRI”; además han sido simultáneamente altos funcionarios del gobierno. El caso más destacado fue el de Miguel Alemán, quien a lado de Azcárraga y O’Farrill dio el mayor impulso a la televisión privada del país.

Desgraciada e históricamente, los medios de comunicación en México, en todos los niveles, pasan por la fractura del monopolio, la redistribución de éste y por un control social. Gracias a su funcionamiento monopólico como instrumento político en México, los medios de comunicación han sido la herramienta del Gobierno y de los grupos empresariales para imponer a la mayoría las orientaciones necesarias a la perpetuación del poder.

Mientras existan estos problemas de relación política-medios, no podrá existir un avance significativo en los medios de comunicación, no hasta que el poder de éstos, y en especial la televisión, sean plenamente descubiertos por la sociedad. Desgraciadamente este avance se asoma lentamente en México…



Referencias
Fernández Christlieb, Fátima (1982) Los medios de difusión masiva en México, Juan Pablos, México.
Mejía Barquera Fernando (1991) La industria de la Radio y la Televisión y la política del Estado Mexicano (1920-1960) T.I, 1ª reimp. Fundación Manuel Buendía, México.
Abundis, Francisco. Los medios de comunicación en México.
http://www.razonypalabra.org.mx/anteri

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